The Vanishing of Ethan Carter – La reseña

Allí estaba yo, cruzando un bosque guiándome por los rieles de una vía del tren. En teoría la tarea era simple, buscar a un chico llamado Ethar Carter; sin embargo, por más que avanzara en el camino no llegaba a ninguna parte. Eventualmente encontré un vagón manchado de sangre y detrás… unas piernas cercenadas. Entendí inmediatamente que antes de encontrar al chico, debía solucionar este asesinato, pero no sabía por dónde empezar. A pesar de que encontré un par de pistas, mi rumbó cambio cuando llegué a un pilar ajeno a cualquier cosa que hubiera visto y de repente, ahí estaba, mirándome… un astronauta.

The Vanishing of Ethan Carter es una aventura narrativa como ninguna otra en la que seguimos la historia de Paul Prospero, un investigador de lo paranormal que llega a Red Creek Valley, una villa en Wisconsin, Estados Unidos, donde acude al llamado de Ethan Carter, un misterioso niño que ha desaparecido bajo circunstancias extrañas. Su misión será encontrarlo, pero para hacerlo deberá superar 10 difíciles acertijos.

A simple vista parece un juego como cualquier otro en términos de su mecánica, solucionar acertijos, pero la verdad es que es mucho más complejo que eso y el título lo expresa abiertamente al comienzo: «Este juego es una experiencia narrativa que no te lleva de la mano», esta es la característica que logra diferenciar a Ethan Carter de otros títulos del mismo corte. Con esto en mente, no queda nada más que empezar a explorar paso a paso el vasto mapa, el cual tendrá tantas cosas bellísimas, como otras escalofriantes.

Evidentemente el primer apartado que salta a la vista son las gráficas, cuidadas hasta el más mínimo detalle. Es usual que los juegos de esta generación acudan a las gráficas fotorealistas con tal de demostrar el potencial técnico del motor gráfico o la plataforma, sin embargo, en The Vanishing of Ethan Carter las gráficas no solo son increíbles, sino que se ponen en función de la jugabilidad y narrativa del juego ya que son las que dan cuenta de los elementos que podemos encontrar en el entorno, sean decorativos o interactivos. Adicional a esto, la banda sonora acompaña a la perfección lo que sucede mientras avanzamos, sea con tonadas suaves al momento de llegar a un entorno amplio y soleado o con una musicalización pesada y agobiante cuando estamos en mitad de un complejo acertijo.

A lo largo de nuestra travesía tendremos que solucionar ciertos acertijos que demandarán nuestra atención. Todos tendrán la misma mecánica: encontrar pistas, establecer un orden de ejecución y finalmente ejecutar, que se resume en ver una recreación de los hechos que estamos investigando por medio de una corta cinemática; sin embargo, las situaciones variarán y evitarán que caigamos en la repetición.

The Vanishing of Ethan Carter es un juego que premia a los jugadores observadores; si bien cada acertijo se presenta de forma clara, como el asesinato en los rieles de la vía del tren, las pistas para solucionarlo NO son evidentes, por lo que habrá que prestar atención al diálogo, al entorno, las situaciones y a cada mínimo detalle en todo el escenario.

Encontrar una pista en este juego no es fácil, no solo porque no habrá ningún indicativo que nos señale su presencia, sino porque los entornos son muy grandes y para recorrerlos necesitaremos bastante tiempo. Denominar The Vanishing of Ethan Carter como un título de mundo abierto es errado; sin embargo, sí hay que mencionar que TODO Red Creek Valley está a nuestra disposición sin restricción alguna, bueno, salvo las áreas a las que debemos pasar al finalizar una tarea específica.

Este nivel de libertad puede ser tanto positiva como negativa, así que vamos por partes. Red Creek Valley es una villa muy grande y tendremos que recorrerla de lado a lado para solucionar el gran misterio detrás de la desaparición de Ethan Carter. El nivel de detalle, como ya fue mencionado, hace que la experiencia sea mucho más envolvente, especialmente cuando llegamos a ciertas situaciones que se salen de nuestro entendimiento. Sin embargo, en un juego en el que no hay unos “parámetros” que seguir, es fácil perderse hasta llegar a un callejón sin salida. Esto es FRUSTRANTE.

El enfoque en la resolución de acertijos no es un mal apartado en este título, incluso a pesar de que en las horas finales de The Vanishing of Ethan Carter no sean nada nuevo a las mecánicas presentadas; el problema radica en que para ver el final del juego, tendremos que solucionar todos los acertijos y lo más probable es que por la ausencia de indicaciones, muchos de estos queden incompletos a lo largo de la historia, lo que lamentablemente nos llevará a recorrer otra vez todo Red Creek Valley en busca de una solución.

Les voy a dar una amigable sugerencia: tómense el tiempo para revisar cada centímetro del escenario, ya que, si bien los acertijos están entrelazados en la historia, no lo están a nivel de jugabilidad, por lo que las pistas/objetos para solucionarlos estarán en la misma área donde se nos presentó por primera vez el acertijo que estemos intentando resolver.

Aunque cada acertijo solucionado nos llevará un paso más cerca a resolver el misterio de la desaparición de Ethan Carter, habrá elementos adicionales que nos contarán la vida de este niño y de su poco convencional familia. Entre más avancemos, encontraremos una serie de cartas escritas que nos narrarán un cuento fantástico, el cual será un medio para entender al niño y a la vez, preguntarnos si lo que estamos viendo es real o no. Quizá esto último es la gran especialidad de este título, ya que con cierta frecuencia se cuestionará la existencia de Paul Prospero a causa de ciertos eventos que parecen salirse del esquema tradicional en el que se narran los eventos del juego. Un simple ejemplo es el primer párrafo de esta reseña, ¿qué hacía un astronauta en la mitad de un bosque?

A pesar de la mitología que presenta The Vanishing of Ethan Carter, este es un juego en la que los personajes secundarios, sin importan cuan despreciables sean, no importan. La relación entre Paul Prospero e Ethan Carter será lo más importante para el título, sin embargo, los personajes adicionales solo estarán ahí para adornar las bellas narraciones de nuestro protagonista, en este sentido, el peso narrativo de esta aventura decrece un poco, lo cual se siente más en las horas finales.

Quizá parezca que este juego es eterno y complejo en exceso, pero la verdad es que una vez se toma el ritmo The Vanishing of Ethan Carter no supera las seis horas de juego, eso sí, su duración se extiende considerablemente si tenemos que regresar a ciertas áreas para completar tareas incompletas que son imperativas para acceder a la “misión” final del juego. Además, uno que otro acertijo también requerirá de bastante análisis para ser resuelto.

Reseña hecha con una copia de The Vanishing of Ethan Carter para PlayStation 4 brindada por The Astronauts.