Destiny: The Dark Below – La reseña

The Dark Below es la primera expansión para Destiny y con ello es el primer paso para expandir el universo que Bungie y Activision han creado.

Jugadores alrededor del mundo ya tienen en sus manos Destiny, título que desde su anuncio levantó las expectativas de todos con promesas de un mundo abierto y un sinfín de actividades que realizar. Aunque Bungie cumplió con estas características y es cierto que evaluar un título como Destiny no es fácil, se estaba a la espera del primer complemento que nos hiciera a adentrar nuevamente en la historia del tan afamado MMOFPS. ¿Lo habrá logrado?

The Dark Below llega a Destiny como la primer expansión a la gran historia que se ha forjado teniendo como base al Viajero, La Oscuridad y los Guardianes, personajes sobre los que tomaremos control para poco a poco ir avanzando en nuestro camino de gloría para erradicar el mal. Sin embargo, es evidente que el universo de Destiny aún conserva muchos secretos y que por tanto su historia se puede expandir, después de todo, es la intención de Activison de aquí a los próximos 10 años.

De esta forma, esta expansión nos presenta a Eris Morn, una ex Guardián que nos comenta cómo fracasó en su intento de cazar a Crota, una fuerza maligna de gran poder que justo ahora espera ascender desde el fondo de La Colmena para reclamar su poder. Eris, como último sobreviviente del equipo original que se embarcó en tal misión suicida, espera que la nueva generación de Guardianes sea capaz de lograrlo, por lo que ella será nuestra principal fuente de información y de quien recibiremos las misiones a cumplir.

Al igual que el argumento original, la premisa es bastante simple y cumple con dar un contexto alrededor de una situación que se debe entender como crítica; sin embargo, nuevamente vuelve a pecar a la hora de transmitirse ya que no hay algún tipo de hilo narrativo para desarrollar la historia, así como no hay elementos de soporte que puedan sostener la historia que se está presentando. La inclusión del nuevo personaje es sin duda un intento de darle personalidad al título, pero en realidad no es tan cautivadora como parece, más que todo porque cumple la misma función que Ghost, ser una inteligencia artificial que ofrece información, pero que carece de desarrollo a pesar de su trasfondo (a mi parecer) trágico e interesante.

Ya está claro que la narrativa no es el fuerte de Destiny, y de hecho aunque la expansión logra ser diferente, también se siente como un intento de olvidar repentinamente ciertos elementos vigentes del juego, como Ghost, que para esta ocasión brilla por su ausencia. Aunque es cierto que este personaje fue muy plano y uno de los puntos débiles de la reseña general del juego, también es cierto que darle la espalda repentinamente se siente como si en verdad no fuera importante para nada, pero ¿acaso no es él una parte de la inteligencia del Viajero?

Para no redundar más en este apartado, creo que la integración de Ghost dentro de la historia habría sido un elemento interesante porque hubiera permitido un contraste entre la visión de alguien que posee el conocimiento detrás de la historia de lo sucedido (Ghost) y alguien que sufrió las consecuencias de un desafortunado suceso (Eris), lo que pudo ser un mejor conductor de la historia que una narración al inicio de cada misión.

Lo que sí tiene claro Destiny es la jugabilidad que se mantiene casi igual que en el juego completo, salvo ligeros cambios, lo que en sí resume el punto fuerte de esta expansión teniendo en cuenta que ahora los Guardianes podrán subir a nivel 32, expandiendo considerablemente las horas de juego en las que el jugador puede explorar las diferentes formas de lograr este nivel. Tal vez el único aspecto negativo de este apartado es que las misiones se sienten monótonas porque se centran en el típica mecánica de “ve allí, cumple esto y regresa”, repitiendo así el proceso hasta llegar al enfrentamiento final. Pese a esto, también hay que ser sensatos con una aspecto y es que el nivel de desafío de estas misiones aumentó, no drásticamente, pero sí requieren de más nivel de luz, paciencia y tiempo (especialmente tiempo); esto es algo que muchos jugadores pueden encontrar atractivo por la posibilidad de enfrentar un nuevo reto bajo condiciones diferentes, además de que siempre podrán acceder a la raid “Crota’s End”, que hasta ahora ha sido catalogada como la misión más difícil de Destiny con un nivel requerido mínimo de 30.

Pese a lo positivo de la expansión, también se ha implementado un nuevo sistema de mejoras a las armas y armaduras, un aspecto que en general no ha sido bien recibido por la comunidad de usuarios de este título. Así como The Dark Below subió el nivel al que los Guardianes pueden llegar, también incrementó el nivel al que las armas pueden llegar, lo que ha hecho que la “última mejora” de las armas anteriores no sea la última realmente. En teoría esto no supone problema porque fácilmente se podría continuar mejorando el arma o la armadura, el problema surge con el sistema bajo el cual estas se pueden mejorar y que hora depende estrechamente de otro personaje, Xur, el mercader que solo aparece los fines de semana.

Además de poder mejorar las armas exóticas y legendarias (que de por si exigen materiales extraños) los usuarios podrán cambiarlas por unas nuevas versiones de las mismas siempre y cuando Xur porte un arma “idéntica” y los Guardianes cumplan con la condición de pagar 7mil de lumen y un fragmento exótico, elemento que no es fácil de conseguir. Se supone que este fragmento se puede obtener haciendo misiones o adquiriéndolo directamente del mercader que visita la Torre cada fin de semana; sin embargo, el problema es que la dificultad para mejorar la calidad del arma ha incrementado repentinamente por variables que no se pueden controlar y que requieren de una absurda cantidad de tiempo en el juego para que al final dicha arma requiera ser mejorada nuevamente desde el nivel básico, algo que se ha sentido como un “ataque” al jugador y por lo cual muchos se han quejado.

El problema central con el equipo es que la gran cantidad de tiempo requerido y las condiciones para obtenerlo no motivan al jugador a mejorarlo, así como a la vez deshecha las misiones más básicas o las que anteriormente eran más difíciles porque sus recompensas no se equiparan con lo que ofrecen los mercaderes en la Torre o con las recompensas de las nuevas misiones, que en esencia pueden incrementar el nivel de luz (nivel del personaje) más fácilmente.