Wakfu, una serie que desborda personalidad y calidad

Wakfu es una serie con personalidad y una gran historia. Aquí la experiencia con esta nueva aventura para mi.

Como sabemos, Dofus y Wakfu pertenecen al mismo universo, el Krosmos. Anteriormente presenté una guia para principiantes de este juego RPG, y como dije en ese entonces, la historia de Wakfu es tan vasta y amplia que ha llegado a otros medios de entretenimiento, entre esos a la televisión por parte de los estudios de Ankama. Wakfu es una serie que no tiene nada que envidiarle a los mejores animes y series animadas de occidente.

Como sabemos, Wakfu transcurre 1000 años después de Dofus, sin embargo la historia de la serie transcurre 527 años después de Dofus, dándonos así un margen para entender la historia de Ogrest e introducirnos más a fondo en la historia de las razas de los personajes, como los Eliatrope.

 

Antes de ir más adelante, Wakfu nos presenta la historia de Yugo, un chico de 13 años que ha sido criado por Alibert, un cocinero del pueblo Emelka. Sin embargo, rápidamente se dará cuenta que tiene ciertas habilidades especiales, y eso lo lleva a emprender una aventura, primero en busqueda de salvar a su padre, y luego por el destino del mundo. Poco a poco él crecerá y descubrirá sus habilidades, que lo hacen darse cuenta que es un Eliatrope, una raza antigua y de gran poder que nacen con un hermano gemelo dragon.

A la par con el, se encuentra Nox, un Xelor (señor del tiempo) que busca absorber la mayor cantidad de Wakfu (energía vital) para sus fines ocultos. Esto llevará a Yugo a conocer a otros personajes, cada uno más particular que el otro, pero igualmente valiosos para la trama. De esta forma, a su aventura se une Ruel Stroud, un viejo Enutroff cuya ambicion y gusto por el dinero lo mete en problemas: Tristepin, un Iop y guerrero noble cuyo corazón puro lo hace el personaje más ingenuo del grupo, sin embargo se encuentra en posesión de Rubilax, un shushu (demonio), que le puede dotar de gran poder, pero a la vez quitarle la conciencia y poseer su cuerpo totalmente.

A parte de ellos, se encontrarán con Evangelyne, una Cra (arquera) intrépida que esta a cargo de Amalia, la princesa de los Saddida, que por ser princesa es malcriada, pero se llevan bien entre las dos, siendo mejores amigas. Este grupo dispar pasará por varias aventuras hasta conocer al integrante final (al menos de la primera temporada), Adamai, el hermano gemelo de Yugo y quien fue el encargado de enseñarle los secretos detrás de su origen, el Wakfu (energía vital) y su “padre verdadero” Grougaloragran, un dragon legendario.

En sí, Wakfu puede tener la apariencia de una serie infantil, y de hecho, en cierto porcentaje lo es, sin embargo, hay que ver un poco “más allá” de su aspecto, porque detrás de los nombres complejos y las voces chillonas (en la versión latinoamericana), hay una gran historia que puede tocar varios géneros a la vez, desde el humor, la acción, al drama y al romance. El final de la primera temporada es un ejemplo.

En un principio, la narrativa de esta serie es similar a la usada en Avatar: El Último Maestro Aire, pues en los primero capítulos se presenta el argumento de la historia, se muestran los personajes principales, el enemigo, un conflicto, y posterior a esto, capitulo a capitulo parece no progresar, en sentido que los personajes empezaran a lidiar con situaciones aisladas de la trama principal. Sin embargo, al igual que en Avatar, todo logra tener sentido al final, pues se toman esos eventos individuales y se les da el peso suficiente para integrarlos a la historia principal, no como un relleno, sino como parte del crecimiento del universo creado y de los personajes.

Un aspecto importante en Wakfu, es la enseñanza que se esconde detrás de cada capítulo, más allá de querer dejar una moraleja, lo que ofrece es una situación emotiva con la que uno se puede identificar, y mal que bien establecer un lazo con los personajes de la serie, esto, obviamente nos lleva a involucrarnos más, y por ende entender el conflicto, así como sus logros y pérdidas.

Lo anterior solo podría ser posible de acuerdo a las diferentes personalidades de los personajes, y es que esta vez, a favor de la serie, Wakfu cuenta con personajes muy carismáticos y “disfuncionales” que poco a poco van creciendo y dan cuenta del progreso de cada uno. De igual forma, su estilo particular nos muestra los diferentes estilos de pelea, y aquí es donde brilla la realización de Ankama.

Como sabemos, la acción es parte vital de una historia de aventura, y Ankama supo cómo trabajar el progreso de cada personaje para que se viera una evolución, de esta forma, es lógico ver como al principio Yugo solo es capaz de hacer pequeños portales con sus manos, para ya hacia el final, ver cómo los utiliza como un estilo de pelea más definido, ágil, y el que puede usar para lanzar ondas de energía.

Cabe resaltar que Wakfu es fiel a la mitología que ha creado con el juego, en sentido que las habilidades y técnicas tienen sentido con lo que se desarrolla en el título de PC, de igual forma, es coherente con el argumento de la historia, ya que mantiene las proporciones entre quien tiene mas experiencia (Ruel), quien es mas impulsivo (Tristepin) o táctico (Evangelynne) en el campo de batalla, lo cual hace que los personajes se sientan equilibrados y le de importancia a cómo superan los retos como grupo, lo que fácilmente hace que todos brillen por su cualidades, y no solo el héroe porque sea su papel protagónico.

Obviamente Wakfu no se libra de ciertos clichés argumentales, como el típico capítulo dedicado al sufrimiento de un personaje por un desamor a raíz de un malentendido, pese a ello, todo es manejable porque se maneja en las proporciones correctas y en los momentos precisos, para que así no sea molesto a la hora de verlo. Evidentemente, Wakfu ha tomado referencia del anime, y eso se nota precisamente en los elementos gráficos usados para que los personajes se expresan, muchos de ellos tienen colores vivos, grandes ojos expresivos, sonrisas grandes y emociones que flotan a flor de piel, lo mismo se evidencia en cómo se mueven y hablan, lo que es precisamente un elemento valioso, porque ha creado un estilo propio que es capaz de ser reconocido y recordado.

Wakfu es una serie recomendable para todo a quien le guste una serie de acción con toques de humor, al mejor estilo de los grandes de la animación (en general), sea Avatar, Naruto y Dragon Ball Z. En general su historia es muy rica y amplia, pero no es intrincada y compleja más allá de los diferentes nombres y razas. Su estilo visual y calidad gráfica destaca totalmente, y ese es uno de los grandes atractivos. Es una serie que, aunque no se sabe si tendrá una tercera temporada, ha logrado mantenerse viva por medio de OVAS (capítulos “separados”) que complementan el universo, y obviamente, que logra tocar otros medios, como los comics y el videojuego.