LO PEOR

 

El drama de Hideo Kojima con Konami y todo lo que conlleva

No podíamos empezar por otro lado, era evidente. El 2015 fue marcado por el casi eterno drama entre Hideo Kojima y Konami, el cual comenzó cuando se empezaron a revelar los primeros problemas de producción de Metal Gear Solid V: The Phantom Pain, pero llegó a un punto álgido cuando la compañía japonesa canceló uno de los títulos más esperados por la comunidad, Silent Hills.

Silent Hills, que estaba siendo desarrollado por Hideo Kojima en colaboración con Guillermo del Toro, la ayuda de Junji Ito (un maestro mangaka en el terror japonés) y protagonizado por Norman Reedus, fue cancelado “repentinamente”, indicando que la relación entre el creador y Konami no estaba en buenos términos. Desde entonces, cientos de rumores circundaron sobre lo que había llevado a la compañía a tomar dicha desición, pero poco a poco quedó claro quien era el “villano” de la historia.

Reportes adicionales en los siguientes meses indicaron que el titán japonés no solo trataba mal a algunos de sus empleados, sino que poco a poco había reestructurado su enfoque para dedicarse 100% a móviles, lo que llevó a la revelación de títulos exclusivos para maquinas Pachinko basados en Silent Hill y Castlevania, este último bajo un concepto abstracto denominado como «Violencia Erótica». No sobra resaltar que esto terminó por afectar su imagen por ese entonces frente a una comunidad que antes idolatraba esta compañía.

No obstante, Konami siguió dando de qué hablar con el pasar de las semanas, pero sin duda alguna una de las medidas más agresivas y menos decentes fue la forma en la que trató el lanzamiento de Metal Gear Solid V: The Phantom Pain, para el que retiró los créditos de Hideo Kojima. Eventualmente se reportó que había sido despedido, pero también estuvimos a la merced de numerosos rumores en los que se no se aclaraba la situación legal del creador de Metal Gear, tanto así que para el mes pasado se había informado que en teoría, estaba tomando un merecido descanso después de su extenso trabajo.

Finalmente, todo concluyó en diciembre cuando Andrew House, CEO de Sony Computer Entertaiment, anunció que Hideo Kojima había creado un nuevo estudio y una nueva alianza, pero de esto hablaremos más adelante.

Buenos lanzamientos… de dudosa calidad 

Ya lo dije… este año se caracterizó por tener grandes lanzamientos, pero a la vez, por presentar un síntoma que no le hace bien a la industria de los videojuegos, el afán. Si bien la mediocridad del DriveClub para PS Plus fue atroz, lo que llevó a que finalmente se retirara de la PlayStation Network, los dos casos más presentes y críticos, en mi opinión, son Batman: Arkham Knight y Just Cause 3, aunque más este primero que el último.

La última aventura del caballero de la noche debía ser épica y para ser justos,más o menos lo fue. Ciertamente la historia como tal no llegó a la calidad de Batman: Arkham City, y en términos de jugabilidad se reprochó el sobre-uso del Batimóvil, sin embargo, esto no es lo que hizo que este título fuera uno de los más torpes del 2015.

Aunque Batman: Arkham Knight funcionó de maravilla en consolas, no podemos obviar el hecho que en PC fue un desastre. Al momento de lanzamiento usuarios en Steam reportaron un sinfín de errores de rendimiento que iban desde congelamientos de pantalla a la vergonzosa caída en la tasa de cuadros por segundo por debajo de cinco. Aunque la culpa recayó sobre el estudio Iron Galaxy, encargados de hacer el port a PC, los verdaderos responsables fueron Warner Bros quienes horas después del lanzamiento recibieron miles de reclamaciones en busca de un reembolso. A causa de esto, la compañía tuvo que retirar el juego del mercado por unos meses hasta que se asegurara su calidad, sin embargo, en el proceso seguía promocionando el contenido extra que este iba a tener vía Steam.

Warner Bros quiso soluciona todos los inconvenientes registrados al instante, pero solo fue hasta septiembre-octubre que “por fin” lanzaron un parche que optimizaría la funcionalidad de Batman: Arkham Knight en PC. Desafortunadamente, ni con este parche lograron llevar la calidad del juego a su máximo, argumentando que solo el título aún podría enfrentar problemas de rendimiento en ciertas maquinas. Es decir, dichos conflictos no fueron solucionados.

En una esquina no tan vergonzosa pero que igual presenta el mismo síntoma está Just Cause 3, uno de los últimos títulos de este 2015. Aunque en consolas presentó algunos problemas de rendimiento general, no fueron tan atroces como en PC. Nuevamente se presentaron inconvenientes con la tasa de cuadros por segundo, rendimiento en gráficas y calidad de texturas, eso sin contar los excesivos tiempos de carga. No obstante, Nvidia se encargó de lanzar un parche para solucionar algunos de estos problemas, pero no sería la medida definitiva.

A causa de esto, Avalanche prometió soluciones, pero que no llegarían inmediatamente dado que debían monitorear el comportamiento del juego a lo largo de las diferentes plataformas. Si bien se puede decir que Just Cause 3 no es un fracaso,  es imperdonable que con precedentes como Assassin’s Creed Unity, los desarrolladores no se aseguren del correcto funcionamiento de los títulos en las plataformas que va a salir.

El punto no es sobre en qué consola va peor o mejor, es sobre exigir calidad.