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Yakuza: Like a Dragon – Reseña

La historia de Kazuma Kiryu concluyó. Desde ahora, la franquicia Yakuza será protagonizada por Ichiban Kasuga. ¿Es un digno sucesor?

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El anuncio de que la séptima entrega principal de la franquicia Yakuza abandonaría el género de acción en favor de convertirse en un JRPG por turnos provocó toda clase de reacciones. Mientras que algunos aplaudieron la valentía de Ryū ga Gotoku Studio, otros hicieron explícita su preocupación. Era entendible. ¿Por qué arriesgarse cuando tienen una fórmula que ha funcionado por más de una década? Eso sin mecionar que hay jugadores desinteresados en los JRPG por turnos.

Si bien aún no hay certeza de si esto será permanente, el hecho es que Yakuza: Like a DragonRyū ga Gotoku 7: Hikari to Yami no Yukue en Japón— supone un cambio de paradigma dentro de la serie. Esto no solo se debe al nuevo sistema de combate, sino al relego del papel protagónico. Tras su última aventura en Yakuza 6: The Song of Life —no estamos contando los ‘remakes’ de los primeros dos títulos—, Kazuma Kiryu abrió paso a un nuevo mafioso con corazón de oro: Ichiban Kasuga.

Ahora que Yakuza: Like a Dragon está disponible en Occidente, ¿cómo resultó la apuesta de SEGA? ¡Eso es lo que descubriremos en esta reseña!

¿Por qué no comenzamos hablando de la historia? Al fin y al cabo, es una de las principales fortalezas de Yakuza: Like a Dragon. Esto no solo se debe a su entrañable elenco de personajes y cautivante drama criminal, sino a su accesibilidad.

La trama de Yakuza: Like a Dragon comienza el 31 de diciembre del año 2000. El juego pone a los jugadores en los zapatos de Ichiban Kasuga, miembro de la familia Arakawa. Si bien este prólogo permite que veteranos y novatos se familiaricen con el nuevo protagonista y su pasado, también provee un importante contexto sobre su jefe: Masumi Arakawa. Este resulta muy importante para entenderlo, simpatizar con sus acciones y convertirlo en uno de los mejores antagonistas de la franquicia.

Justo después de Año Nuevo, Ichiban es llamado a la oficina de Arakawa. Ahí, el patriarca solicita a Ichiban que tome el lugar de Jo Sawashiro —capitán de la familia— y sufra su condena después de que este cometiera un asesinato. Gustoso por pagar una deuda a su padre adoptivo, Ichiban se entrega y pasa 18 años en la cárcel.

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A pesar de que pasa casi dos décadas en cautiverio, Ichiban se mantiene optimista. Está convencido de que será recibido como un héroe por los miembros de la familia Arakawa. Sin embargo, nadie lo recibe cuando por fin es liberado de prisión en 2019.

Confuso, Ichiban decide descubrir qué pasó con la familia Arakawa. Eventualmente encuentra a su padre adoptivo, pero la reunión termina siendo todo lo contrario a lo que esperaba. Tras disculparse, Masumi Arakawa dispara a Ichiban y lo da por muerto.

Por fortuna, Ichiban sobrevive y termina en Isezaki Ijincho en Yokohama. Ahí, el protagonista reune un simpático grupo de personajes que eventualmente se ve envuelto en una «guerra fría» entre tres facciones: Yokohama Lumang, Geomigul y el Clan Seiryu. Sin embargo, Ichiban y sus amigos pronto descubren que este conflicto está relacionado con la familia Arakawa y un complot gubernamental.

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Si bien la trama de Like a Dragon se ambienta en el mismo universo que las anteriores seis entregas y cuenta con cameos de personajes conocidos, los que nunca hayan jugado Yakuza pueden disfrutarla sin problemas. El conflicto de esta historia no solo es independiente de pasados eventos de la serie, sino que la introducción de un elenco de personajes completamente nuevo facilita la transición a una nueva era de la franquicia. Y vaya que Ryū ga Gotoku Studio la sacó del estadio en este aspecto.

Por sí solo, Ichiban Kasuga es un personaje más proactivo que Kazuma Kiryu. Con un histrionismo que hace competencia al de Goro Majima, Ichiban es un claro opuesto de Kiryu. Esto incluso puede verse en su atuendo, una inversión de los colores del anterior protagonista. Aunque impulsivo, Ichiban se parece a su predecesor por su sentido de justicia e idealismo alrededor de lo que significa ser un yakuza.

Sin embargo, Ichiban tan solo es una porción del elenco protagonista. A medida que avance la aventura, reune aliados en su misión para convertirse en un héroe. Su ‘party’ esencial comprende a Koichi Adachi, un expolicia en búsqueda de justicia; Yu Nanba, un enfermero que terminó en la indigencia; y Saeko Mukoda, dueña de un cabaret que encuentra en sus nuevos amigos una oportunidad de restablecer vínculos familiares. Aunque diferentes y con sus propios problemas, estos integrantes sienten una clara admiración hacia Ichiban y la relación entre ellos se desarrolla de forma orgánica por medio de simpáticas interacciones y las mecánicas de juego.

Aunque Like a Dragon hace explícita su inspiración en Dragon Quest, la franquicia favorita de Ichiban, no sería erróneo afirmar que bebe bastante de Persona y Pokémon. Es por medio de la mezcla de múltiples sistemas conocidos del género y elementos característicos de la franquicia Yakuza que la aventura de Ichiban Kasuga se consolida como uno de los JRPG más divertidos y únicos de los últimos años.

Más allá de las típicas mecánicas de un JRPG por turnos, el entorno y el posicionamiento en este tienen una gran importancia en Yakuza: Like a Dragon. Al utilizar un ataque normal, Ichiban puede agarrar automáticamente un objeto contundente cercano para causar más daño. Si bien sus aliados no pueden hacer esto, pueden «empujar» oponentes hacia carros en movimiento y otros peligros del entorno. No obstante, los enemigos pueden interrumpir ataques normales si se encuentran en medio del trayecto hacia el objetivo. Por fortuna, todos los personajes tienen habilidades que no pueden ser interrumpidas. Mejor aún, algunas tienen un área de efecto amplia que puede aprovecharse para atacar a varios enemigos en un turno.

Ahora, las habilidades y los parámetros de cada personaje dependen del trabajo que tengan. Al mejor estilo de los JRPG de antaño, Ichiban y compañía pueden cambiar su trabajo. En total hay 20 y algunos son exclusivos para ciertos personajes. En la medida que cumplan con los requerimientos, pueden cambiarlo sin costo alguno. Sin embargo, esta no es la única forma de personalizar la experiencia de juego.

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Ya sea ganando combates o explorando, Ichiban puede hacerse con materiales para fabricar su propio equipamiento. Por supuesto, también está la opción de comprarlo o conseguirlo en alguno de los «calabozos» del juego. Al mejor estilo de Persona, estas locaciones son el mejor lugar para subir de nivel y adquirir mejores materiales. Sin embargo, esta no es la única inspiración que toma de la saga de Atlus.

A medida que luche junto con sus compañeros y haga otras actividades con ellos, Ichiban puede mejorar su relación al compartir una copa y escuchar sus problemas. Al hacerlo, los personajes ganarán nuevas habilidades y aptitudes en combate. Adicionalmente, estas interacciones especiales son uno de los muchos medios por los cuales mejorar los diferentes rasgos de la personalidad de Kasuga. Como en Persona, hay varias subtramas ocultas tras requerimientos específicos de personalidad.

Por supuesto, un juego de Yakuza no estaría completo sin una larga lista de minijuegos. Estos van desde los clásicos, como karaoke y mahjong, hasta algunos completamente nuevos, como es el caso de Dragon Kart. Como en anteriores entregas, todas estas actividades secundarias van de a mano con un sistema de logros. A estos se le suma Sujimon: una simpática parodia de Pokémon, pero con hombres peligrosos. De esta forma, los jugadores son incentivados a explorar Isezaki Ijincho, Kamurocho y Sotenbori para encontrar todos los secretos que esconden.

Yakuza: Like a Dragon
9.2/10 Nota
Lo que nos gustó
- Un excelente punto de entrada a la franquicia Yakuza.
- Ichiban y compañía conforman uno de los elencos más memorables de la serie.
- Un sistema de combate que toma lo mejor de Yakuza y los exponentes del género JRPG.
- Está localizado al español.
Lo que no nos gustó
- Algunas veces, la cámara puede jugar malas pasadas.
- Hay varios trabajos desbalanceados.
En resumen
SEGA asumió un gran riesgo con Yakuza: Like a Dragon. Existía la posibilidad de que el cambio de género alienara tanto a fanáticos longevos de la franquicia como a novatos. Por fortuna, ese no es el caso. Gracias a su elenco entrañable, excelente sistema de combate, atrapante historia y volumen de contenido, Yakuza: Like a Dragon no solo es una de las mejores entregas de la franquicia, sino un JRPG infaltable en la biblioteca de los amantes del género. Como si el volumen y la calidad de su contenido no fuera suficiente, el hecho que esta entrega sea la primera en estar localizada al español es un incentivo extra para que un nuevo público dé una oportunidad a esta franquicia que finalmente está recibiendo la atención que merece.

Reseña hecha con una copia digital de Yakuza: Like a Dragon para PS4 brindada por SEGA America.

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