De todos los momentos memorables del eterno clásico de Hideo Kojima, Metal Gear Solid, posiblemente este es el que más se ha quedado en la mente de los fans. Ante el encuentro con Psycho Mantis, el mentalista se jacta de su habilidad frente a Snake, o deberíamos decir, el jugador. Mantis reta al usuario a poner el control en el suelo para que pueda moverlo con su telekinesis. También revisará los recuerdos del jugador registrados en la Memory Card de PlayStation y le dirá qué juegos de Konami ha jugado. Innovador y bastante escalofriante.
¡¿Qué es un hombre?! –Castlevania: Symphony of the Night
Y hablando de Konami, este gran momento no podía quedarse atrás en nuestra lista. En el prólogo de SoTN, nos encontramos ante el escenario final de Castlevania: Rondo of Blood, en donde Richter Belmont sube las escaleras de los aposentos principales del castillo para enfrentarse al Conde Drácula. Aquí surge uno de los diálogos que se han inmortalizado hasta estos días. Podrá ser todo lo cursi que quiera, pero las nuevas versiones del juego jamás serán lo mismo sin las líneas originales.
Tren a Shambhala – Uncharted 2: Among Thieves
Los juegos de Uncharted le dieron un nuevo comienzo a los juegos de exploración y aventura agregando un gran componente cinematográfico a sus escenas. Esta secuencia de la segunda aventura de Nathan Drake puede que sea la más impresionante de todas sus escapadas en búsqueda de tesoros perdidos.
La muerte que marcó a toda una generación – Final Fantasy VII
No hay duda que la muerte de Aerith a manos de Sephiroth en Final Fantasy VII dejó un vacío enorme entre los ‘gamers’. Tanta era la negación de haber perdido a esta dulce chica, que probablemente todos conocimos a alguien que tenía un primo en otra ciudad que descubrió cómo revivirla. Incluso los desarrolladores tuvieron que afirmar que tal milagro no existía. Aerith se fue y no iba a volver. Incluso en el remake no parecerá que eso cambie.
Esto es un nuevo género de terror – Resident Evil
PlayStation fue un portal hacia nuevas dimensiones que nos hicieron experimentar emociones frescas. Entre estas, el miedo verdadero. Resident Evil se perfilaba como uno de los precursores del terror de supervivencia, y gracias a este momento, nos dimos cuenta que ya no estábamos bajo la seguridad de los pixeles en 16-bit. Excepto por Clock Tower.
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