

En los últimos años hemos desarrollado un gran amor por un tipo muy específico de juegos de exploración. Nos referimos a esos en los que vamos descubriendo la historia de un mundo a medida que lo recorremos. La pasamos muy bien descifrando lenguajes antiguos en Heaven’s Vault y revelando secretos en las arenas de Sable. Ahora hay un nuevo juego en este mismo estilo que tiene mucho prestigio detrás y el apoyo de la misma Sony, que lo incluyó en su lista de juegos más esperados para PlayStation de 2023. Esto ha hecho que nuestras expectativas hacia Season: A letter to the future sean bastante altas.
Este juego no podría ser más diferente al anterior título del equipo canadiense Scavengers Studio. Darwin Project era un juego de batalla campal y supervivencia con un tono algo cruel. Pero esta nueva obra se enfoca en elementos completamente opuestos y pretende mostrarnos la importancia de la memoria para vivir en comunidad.
Un sueño profético dicta que la temporada está a punto de terminar. Todo va a cambiar. Antes de que llegue el fin, decidimos partir en un viaje en bicicleta por el mundo para documentar la temporada antes de que termine. Vamos a conocer su gente, sus paisajes y todo lo que podría ser olvidado cuando el momento llegue.
En Season: A letter to the future recorremos diferentes escenarios tomando fotos, grabando sonidos, hablando con otros personajes y disfrutando de relajantes paseos en bicicleta. No hay enemigos que enfrentar ni de los que escondernos. Tampoco hay límites de tiempo ni salud que perder. Es una experiencia bastante relajada que ofrece encantos diferentes a los de la mayoría de videojuegos.
Aclaramos de una vez que este no es exactamente un juego de mundo abierto. Durante la primera parte de la aventura recorremos niveles buscando todo lo que nos llame la atención para documentarlo en nuestro diario. Cuando ponemos cierta cantidad de elementos en cada página, desbloqueamos una “conclusión” sobre la zona y más decoraciones. Sin embargo, no es obligatorio hacerlo para continuar.

Una vez dejamos una zona atrás, no podemos volver, pero hay una importante excepción. Poco más de la mitad del juego ocurre en un lugar llamado Valle de Tien. Esta es una área enorme que podemos recorrer con total libertad y tiene varias zonas que tienen sus propias páginas en el diario. También hay algunas páginas dedicadas a algunos de los “misterios” que nos encontramos en el juego y que completamos tomando fotos a objetos específicos o recogiendo determinados documentos. Esto tampoco es necesario para avanzar, pero ayuda a comprender mejor este curioso mundo.
Parte de la gracia de Season: A letter to the future es que cada jugador terminará el juego —algo que toma alrededor de 6 horas— con un diario muy diferente al de otros. Lo que nos llamó la atención y decidimos fotografiar no será lo mismo que otros pusieron en las páginas y seguramente lo acomodaron todo de forma diferente. Algunos crearán collages verdaderamente artísticos y otros pegarán la mayor cantidad de objetos sin ningún orden aparente.
Recorrer los mapeados en bicicleta es muy satisfactorio. Esta se controla con facilidad y alcanza buena velocidad, pero lo mejor es la forma en que la “sentimos” mediante el control DualSense de PS5. La resistencia en los gatillos al pedalear y las sutiles vibraciones que representan el terreno se sienten especialmente bien.

Cuando no estamos en bicicleta, la protagonista se mueve de forma bastante lenta. De hecho, la velocidad a la que corre es la misma a la que caminamos en otros juego. Esto es hecho a propósito porque Season: A letter to the future no es un título que se deba jugar con afán. Los desarrolladores quieren que nos tomemos nuestro tiempo en cada escenario, apreciemos la belleza de los paisajes, reflexionemos sobre lo que encontramos y pensemos qué significa que una temporada esté llegando a su fin.
Este no es un juego necesariamente “poético” —que es como describimos títulos como Gris— pero sí está lleno de poesía. Las habitantes de este mundo se pueden enfermar a través de sus sueños y recuerdos, lo que se presta para profundas reflexiones sobre el paso del tiempo, los lugares y las personas que dejamos atrás. Algunos considerarán que estas son ideas pretenciosas, pero a nosotros nos parecieron bastante bellas. Incluso nos sumergieron en nuestras propias reflexiones sobre la vida, el pasado y el futuro.
Queda más que claro que Season: A letter to the future es un juego muy bello, bienintencionado y con sistemas interesantes. Pero no termina de cumplir sus objetivos narrativos y mecánicos. El final del juego se siente abrupto. Llega en un momento en que estamos emocionados por los nuevos escenarios que supuestamente íbamos a explorar, pero es ahí cuando vemos correr los créditos. En cierta forma “sabotea” su propia trama. Algunas decisiones que tomamos en el juego pueden afectar ligeramente el final, pero no lo suficiente como para animarnos a otra partida.




Los planes de la protagonista de explorar el mundo y documentar la temporada que llega a su fin quedan a medias. No sabemos si el objetivo de los desarrolladores era este, pero tenemos la molesta impresión de que el juego tenía un alcance mayor y que querían que exploráramos más zonas abiertas como el Valle de Tien, pero el tiempo o el presupuesto no permitieron implementar más cosas y tuvieron que cortar la historia. Esto es solo una suposición, pero es lo que sentimos tras jugar.
Otro aspecto que no nos gustó del juego fue lo inconsistente que es el diseño de personajes. La protagonista y su madre, los primeros que conocemos, tienen proporciones realistas, pero pronto nos encontramos con personajes enormes y muy caricaturizados que no encajan bien con las demás ideas presentadas por el juego. Aunque la mayoría de actores de voz en inglés son muy buenos, hay un par que resultan sosos y eso, combinado al hecho de que ninguno mueve la boca al hablar, tiene un mal efecto.
Hablando de voces, estas no están dobladas al español, pero la traducción de textos es bastante buena. La mayoría de ellos logran conservar su naturaleza poética al cambiar a nuestro idioma. Es un buen trabajo de localización.

El último de los defectos a mencionar son los infaltables ‘bugs’. Era usual que la cámara se acomodara de forma que un objeto se interpusiera entre ella y la acción, bloqueándonos la vista, y en algunos casos incluso obstruía los menús. También nos quedamos atrancados en la geografía al montar la bicicleta y nos vimos forzados a salir del juego y volver a cargar la partida para movernos de nuevo. Eso sí, tengan en cuenta que nosotros probamos una versión preeliminar y es posible que todo esto haya sido corregido para el lanzamiento del juego.
Season: A letter to the future nos dejó algo insatisfechos. Sin duda es un buen juego que agradará especialmente a quienes buscan una experiencia tranquila de exploración y que gusten de apreciar entornos virtuales. Sin embargo, lo sentimos incompleto. Esta aventura en bicicleta podía mostrarnos y enseñarnos mucho más de lo que finalmente llegó a nuestras pantallas.
- La forma en que el diario nos refleja como jugadores.
- Algunas de sus reflexiones sobre la vida.
- Excelente uso del DualSense.
- Algunos diseños de personajes no encajan bien.
- 'bugs' que nos atraparon en la geografía de los niveles.
Reseña hecha con una copia digital de Season: A letter to the future para PS5 brindada por Scavengers Studio.

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