Shantae ya está próxima a cumplir 18 años. Parece increíble que este ‘metroidvania’, debutante en los últimos meses de vida de Game Boy Color en el lejano 2002, haya logrado salir de la oscuridad y hoy su protagonista sea un personaje muy reconocido en el ámbito de los títulos plataformas.
Pero no fue cuestión de suerte. Su primera entrega, aún con las limitaciones de la portátil, brindó una consistente aventura en una época donde Game Boy Advance ya estaba reinando en dicho mercado; lastimosamente fue por eso mismo que no resaltó como debería haberlo hecho. Por otra parte, los principales representantes del género que exhibe Shantae, Castlevania y Metroid, ya incursionaban con éxito en GBA y sus gráficos en comparación eran superiores.
Pasaron ocho largos años para que la chica medio-genio regresara y desde entonces hace ya cerca de una década no ha parado de saltar entre consolas portátiles y caseras. Su diseño ha evolucionado, sus transformaciones se han expandido, sus enemigos se han diversificado, pero mejor aún, su jugabilidad se ha refinado.
Si bien la franquicia hace mucho dejó de ser exclusiva de consolas Nintendo, Shantae and the Seven Sirens es un caso particular porque llegó primero a iOS y macOS (Apple Arcade) en dos partes –lanzadas en septiembre del 2019 y marzo del 2020–. Los sistemas de actual generación tuvieron que esperar un poco más para esta quinta entrega, pero sus usuarios ya pueden disfrutar por completo la última y vacacional aventura de Shantae.
La medio-genio y sus amigos son invitados a una isla tropical donde Shantae participará en el ‘Festival Medio-Genio’, conociendo a su vez cinco chicas de su misma especie, hijas de un padre humano y una madre genio guardiana. Durante su presentación, las medio-genios misteriosamente desaparecen, todas excepto Shantae.
Por esta extraña razón, con el objetivo de rescatar a sus colegas y resolver el misterio detrás, Shantae prepara su cabellera para un buen par de latigazos por toda la isla y sus ruinas subacuáticas. En el camino se encontrará con su némesis, Risky Boots, pero principalmente tendrá que enfrentar a siete sirenas ocultas que son quienes reinan en la isla.
Muéstrame lo que tienes
El estilo artístico de Seven Sirens desde un principio recuerda al de Shantae: Half-Genie Hero, pero aunque estéticamente es agradable y con ilustraciones limpias, de alguna manera no alcanza el mismo nivel del anterior juego en sus entornos. Esto a causa de los fondos en alta definición con escenarios 3D en Half-Genie Hero que se combinaban con los vectores de personajes 2D.
En Seven Sirens, los fondos de escenario resultan más bien planos y sin mayor vistosidad, de hecho algo oscuros y difuminados en los sectores inferiores. Particularmente afecta a la jugabilidad en el tercer mundo ubicado en un laboratorio submarino, donde debes golpear unos ojos que están cerrados para habilitar plataformas de colores, pero los ojos en un comienzo no se distinguen bien.
Por su parte, la presentación general acumula puntos al acercarse a una serie animada de televisión, desde su introducción y en selectas secuencias de video antes de eventos importantes, como por ejemplo las batallas contra las jefes sirenas. En el diseño de personajes (tercera ocasión para Chris Drysdale) se marca una diferencia frente a Shantae and the Pirate’s Curse, que fue el primer juego de la saga en incursionar el prominente estilo oriental de anime. En aquel título los personajes se mostraban más refinados para contrastar la jugabilidad en pixeles, mientras que ahora son redirigidos a la caricaturización.
El arte de Seven Sirens es ilustrado a mano con un 2D adaptado a dispositivos 4K, dado su lanzamiento inicial en dispositivos Apple y con el objetivo para WayForward de estrenar Apple Arcade. En el caso de Switch, esto se destaca más cuando la consola está conectada a un televisor HD, ya que la pantalla portable no permite apreciarlo en su máximo esplendor. No es que luzca mal, simplemente que los detalles dibujados son hechos para una pantalla más grande, a menos que fuese un iPhone/iPad con Retina HD.
Vaya genio el que tienes
Shantae and the Seven Sirens introduce unas cuantas mejoras con respecto a sus predecesores, así como regresos que se agradecen tales como las transformaciones adicionales. El rescatar progresivamente a sus nuevas amigas medio-genios le brinda a nuestra querida Shantae un abánico de habilidades en forma de amuletos de fusión, con los cuales toma prestados sus poderes para transformarse en diferentes criaturas que permiten adherirse a las paredes, excavar o rodar como un trompo, entre otros.
Estas transformaciones no actúan de manera permanente sino como parte de sus movimientos instantáneos, es decir, hacen uso de un comando predefinido y una vez adquirido el medallón correspondiente con el poder de una medio-genio, se puede utilizar de forma predeterminada en la exploración y combates. A su vez, tenemos las danzas de vientre, cuatro especiales que alteran directamente el entorno en pantalla. Por ejemplo para revelar plataformas ocultas o recuperar salud y florecer plantas que liberan gemas. O por qué no, traer momias de vuelta a la vida haciéndolas inofensivas.
Como parte del inventario volvemos a encontrar pociones y platos de comida que son liberados aleatoriamente por los enemigos derrotados. Sinceramente las pociones de salud no brindan mucha utilidad, ya que la comida adquirida sin mayor esfuerzo ayuda a recuperar salud en caso de no tener una piscina de curación cerca.
La salud máxima puede ser incrementada por uno al recolectar cuatro corazones, como en previas ocasiones, pero esto no es un problema cuando temprano en el juego se puede potenciar a Shantae con shampoo y crema para peinar, que permiten golpear más rápido con la cabellera y hacer más daño. Es posible comprar objetos para generar daño adicional o protección, pero en realidad son más opcionales que necesarios.
Si hay una mecánica que le brinda frescura a la serie es la de cartas coleccionables de monstruos. Estas también caen al azar eliminando enemigos de una misma clase, pero al reunir una determinada cantidad se activa la posibilidad de equipar bonificaciones secundarias. Solo tres bonus pueden equiparse al mismo tiempo y depende del jugador escoger los parámetros que desee mejorar en Shantae (daño, rapidez, movimiento, etc) según las cartas que tenga. No alteran radicalmente la jugabilidad, pero nunca está de más tener opciones de ventaja.
En el aspecto musical, Seven Sirens sufre un fuerte golpe por ser la primera vez que Jake Kaufman no compone la música tras los cuatro primeros juegos de Shantae. Cuatro nuevos encargados no logran alcanzar ni una pequeña parte del conocimiento musical de Kaufman con la saga, uno de los elementos más sobresalientes de Pirate´s Curse y que se daba por sentado para la veraniega aventura de la bailarina inspirada en Las mil y una noches.
[rwp-review id=»0″]
Reseña hecha con una copia digital de Shantae and the Seven Sirens para Nintendo Switch brindada por WayForward.