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The Red Solstice – La reseña

Esta aventura de ciencia ficción pondrá a prueba algunas de tus habilidades estratégicas básicas con un planteamiento algo áspero pero funcional.

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La humanidad tiene cierta tendencia a escapar de sus problemas en lugar de resolverlos, aunque esos peligros siempre estarán al acecho, tratando de capturarnos. Así parezca una afirmación filosófica barata, es la idea que da inicio a un juego con piel genérica pero mayor profundidad de la que aparenta. Se trata de The Red Solstice, una aventura de ciencia ficción del estudio Ironward que pondrá a prueba algunas de tus habilidades estratégicas básicas con un planteamiento algo áspero, pero funcional.

The Red Solstice toma lugar en Marte, planeta al que ha tenido que escapar el grueso de la humanidad debido a una peligrosa pandemia conocida como STROL, que convierte a los infectados en mutantes peligrosos. El planeta rojo está en proceso de terraformación y es un lugar inhóspito, donde la humanidad quiere recuperarse de los daños provocados por el virus. Sin embargo, durante una tormenta conocida como el Red Solstice el líder de las colonias y de la Corporación Erebus desaparece sin dejar mayores pistas.

Para investigar la situación, se envía a la colonia Tharsis un equipo de soldados especiales modificados genéticamente, pero antes de llegar la tormenta divide a la unidad. Nosotros tomaremos el mando y tendremos que lidiar con más cosas aparte de la búsqueda inicial, incluyendo la aparente filtración del STROL.

El argumento y la ambientación de The Red Solstice me recuerdan a las películas de ciencia ficción de bajo presupuesto, con una historia relativamente genérica con ciertos giros interesantes, héroes curtidos en batalla que no dudan un instante en disparar y hablan con voz gruesa y ronca, además de monstruos que incluyen (pero no se limitan a) zombies, aliens y mutantes de diversos tipos. Digamos que reúne un conjunto de clichés cinematográficos de forma coherente pero predecible y si juzgáramos al título solo por esta combinación seguramente lo veríamos como otro juego independiente del montón.

Pero hay más por descubrir bajo esa piel.

The Red Solstice está diseñado como un título de estrategia con vista superior y con variantes dependiendo del modo de juego que elijamos; tenemos una campaña principal donde aprendemos sobre la historia de Tharsis, las colonias humanas y las habilidades a las que tiene acceso cada soldado, además de misiones en solitario (Survival) y un multijugador. En cada uno podemos elegir cuatro niveles de dificultad, además de dos variantes adicionales para la campaña que elevan fuertemente el reto, llevando la propuesta en su punto más extremo a tocar el terreno de los roguelike. Para rematar, los puntos de control son limitados, si gastamos nuestros tickets tendremos que reiniciar las misiones.

En los modos para un jugador (campaña y misiones) tenemos a nuestro mando un grupo de cuatro soldados especiales, cada uno con habilidades únicas que podemos configurar antes de iniciar los niveles correspondientes. La diferencia está en que la campaña nos lleva por misiones específicas que relatan el argumento completo de The Red Solstice, mientras que las misiones nos lanzan a un mapa con objetivos aleatorios e incrementos de dificultad que cambian constantemente la forma en la que nos aproximamos a las metas propuestas, entre más objetivos cumplamos en un tiempo limitado mucho mejor.

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Vayamos por partes. Antes de empezar un nivel somos dirigidos a un menú para configurar nuestro escuadrón, en el cual podemos mejorar a cada miembro en dos secciones al mejor estilo de un RPG de acción: en una se distribuyen puntos para ajustar estadísticas como daño de ataque, escudo, salud, velocidad, etcétera. En la segunda modificamos cuatro habilidades dependiendo de la clase elegida gracias a la distribución de energía obtenida mediante nuestro rendimiento o por la exploración de los mapas.

Estas cuatro habilidades son críticas para triunfar en The Red Solstice: debemos elegir con mucho cuidado la distribución de energía, los poderes más útiles para nuestro estilo de juego y el equilibrio entre los cuatro miembros del escuadrón. Además hay espacio para incrementar las estadísticas de nuestras habilidades dentro de cada partida mediante asignaciones que vamos haciendo al obtener puntos de experiencia. También se incluyen poderes únicos no modificables dependiendo de las clases, por ejemplo el médico usa estimulantes para todo el grupo, mientras el especialista en armas pesadas puede disparar una ráfaga de misiles.

Y aquí entramos a otro aspecto crítico en el juego: tiene dos velocidades que debemos usar con sabiduría. Cuando nos movemos en tiempo real no tenemos control absoluto sobre el escuadrón, solo sobre su líder. En esa velocidad normal podemos mover libremente a este guerrero pero solo podemos dar la orden de seguirnos al resto del equipo, esto para enfocarnos en el ataque concentrado del jefe de la tropa.

Por otra parte, la segunda velocidad nos lleva al Modo Táctico, una especie de tiempo bala donde podemos dar órdenes específicas a cada miembro del escuadrón. Esto nos permite mover a los soldados para buscar coberturas, sembrar trampas, revivir compañeros, atacar desde distintos flancos o usar habilidades especiales; brindando muchas opciones estratégicas para afrontar situaciones difíciles y haciendo más fácil la distribución del inventario, ya que las casillas son limitadas para cada soldado y dependemos mucho de los objetos que encontremos en los mapas.

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La combinación de ambas velocidades es fundamental para sobrevivir en The Red Solstice, apenas pases los tutoriales básicos notarás que no podrás superar el juego dependiendo más de una que de otra. Primero sentirás la acción algo lenta al avanzar en los capítulos iniciales del modo Campaña pero con cada ingreso a las misiones individuales nos daremos cuenta de que sobrevivir requiere ajustes rápidos de estrategia y cada tipo de vista nos permitirá responder adecuadamente o improvisar; en especial porque los enemigos llegarán desde todos los ángulos posibles, sea individualmente o en hordas casi incontrolables.

The Red Solstice está diseñado para pensar cada movimiento más que para gozar de acción explosiva. Eso no quiere decir que faltará acción, sino que nuestro rol como comandante es más intenso que el de combatiente: estar pendientes del inventario, de la munición, de los objetivos, de los compañeros de escuadrón, de los flancos, de la distribución de los puntos para subir de nivel, etcétera; en ese sentido es un juego táctico competente, emocionante y disfrutable, a pesar de algunos errores.

Tal vez el problema más notorio del juego es la selección de un soldado, en particular dentro del Modo Táctico cuando los miembros están muy cerca unos de otros o al estar en rincones cerca a ciertos objetos, ya que al dar click el sistema no reconoce al elegido de manera inmediata, quitando segundos preciosos a nuestra administración y como bien sabemos el tiempo es un recurso que no podemos perder en ningún juego que requiera pensamiento estratégico, por más ligero que sea.

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Otro detalle que no me gusta (y que tal vez entiendo como problema de presupuesto o como decisión para dar a Tharsis un diseño uniforme por ser una colonia) es la repetición de entornos dentro del modo Campaña. Las diferencias entre los bloques de edificios no son muchas y pareciera que pasamos por el mismo lugar una y otra vez en lugar de avanzar entre niveles. No es algo que afecte la jugabilidad, pero sí la inmersión en este inhóspito lugar. Los modelos de personajes tienen sus altos y bajos: algunos héroes se parecen demasiado entre sí debido a sus clases básicas, mientras que los monstruos aparecen de forma irregular, con algunos muy interesantes y otros que parecen sacados de otros juegos.

Igual pasa con el sonido. Las voces de varios personajes parecen hechas por el mismo actor, apenas cambiando su nivel de agudos o bajos para cada héroe, las armas suenan de manera correcta, los gritos de los monstruos tienen credibilidad y generan un aire de suspenso y la música es repetitiva pero suficiente para lo que propone el juego.

Como decía al inicio de esta reseña, el juego cuenta con un apartado multijugador. Este cambia un poco las reglas generales pero también nos invita a enfrentarnos al enemigo gracias a su capacidad para 8 personas. Aunque lo probé poco (en especial porque es difícil encontrar gente para esta modalidad) debo decir que es divertido y requiere un buen nivel de entendimiento, en especial porque no tendremos a la mano el Modo Táctico; básicamente dependemos de una correcta elección de clases, buen uso del combate en tiempo real y gran coordinación para no terminar siendo víctimas del virus STROL.

The Red Solstice es como las colonias descritas en su historia, duras, ásperas, con diversos fallos pero cumpliendo con el objetivo de mostrarnos su peligroso mundo. Una aventura con jugabilidad sólida que pudo ser mejor con algo de pulido en sus bordes; mantiene una premisa estratégica interesante y rejugable por horas, con el potencial de mejorarse mediante actualizaciones. Marte es un buen lugar para dar la pelea por la supervivencia, siempre y cuando seas lo suficientemente paciente para resistir su hostilidad.

Reseña hecha con una copia de The Red Solstice proveída por Ironward.

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