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Las películas de videojuegos de Uwe Boll: de la peor a la menos peor

No les recomendamos ver ninguna de ellas.

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Far Cry

Esta película llegó cuando esta saga de Ubisoft no tenía el reconocimiento del que goza ahora. Se trata de un filme de acción genérico con algunos elementos de ciencia ficción que a duras penas tiene algo en común con el videojuego que supuestamente lo inspiró.

Lo que de verdad sorprende de Far Cry es que no resulta tan insoportable como otras películas del director. Sí, es aburrida, pero a nivel técnico resulta menos inepta. Para algunos, eso es un defecto, pues no produce las mismas risas involuntarias que las demás.


Bloodrayne: The Third Reich

Natassia Malthe interpreta de nuevo a Rayne en una tercera parte que la enfrenta a los Nazis, los cuales tienen el plan de convertir a Hitler en un vampiro para que pueda dominar el mundo. El resultado es tan tonto como ese concepto sugiere.

Aunque es probablemente la ‘mejor’ de las tres, al menos técnicamente hablando, resulta menos divertida que la segunda al tomarse demasiado en serio a sí misma. El ambiente ‘Western’ le sentó mucho mejor.


Bloodrayne II: Deliverance

Hace muchos años, cuando entrevistaron a Uwe Boll para que hablara de esta película, dijo que pretendió imitar a Sergio Leone, uno de los grandes maestros del ‘Spaghetti Western’. Parece que con eso se refería simplemente a hacer muchos primeros planos de los ojos de los protagonistas, pues eso es lo único en lo que medio se parece.

A pesar del bajo presupuesto, esta película es más disfrutable que su predecesora. Todo esto gracias a las actuaciones de la bella Natassia Malthe y el carismático Zack Ward. Ellos sabían que estaban haciendo una película basura y decidieron divertirse con eso.


Postal

El videojuego en el que está basado esta película es, a ojos de muchos, una basura. Un título que lo único que pretende es demostrar un humor ofensivo. Curiosamente, esa es la fuente de la que puede ser la mejor película de Boll.

En ese momento, el director estaba al tanto de su mala fama y decidió aprovecharla. Esta es una película a la que no le importa ofender a nadie. Aunque eso podría ser problemático, el resultado es una sátira sobre la cultura americana y el terrorismo que es mucho más graciosa de lo que se puede pensar. Incluso Uwe Boll hace un cameo para burlarse de sí mismo.


Ahora, Uwe Boll se encuentra semi-retirado. Sus más recientes películas fueron producidas independientemente y algunas de ellas, como Darfur y Tunnel Rats, le valieron una recepción mucho más positiva de lo usual. Ahora, él se dedica a administrar su cadena de restaurantes y según le ha dicho a algunos medios, no extraña su vida de cineasta.

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