Cinco juegos esenciales de Donkey Kong

Donkey Kong ’94 (Game Boy, 1994)

La primera entrega de Donkey Kong, que fuera el debut del antagónico Cranky Kong, Jumpman y Pauline, ya llevaba 13 años de existencia y con sus tres niveles se mantuvo como el estandarte de los futuros títulos plataformas. Dos secuelas radicalmente diferentes y un spin-off de matemáticas no le hicieron justicia, hasta que Game Boy recibió la verdadera secuela.

Al comienzo podía parecer un ‘demaster’ del título clásico, pero con el paso de los niveles originales los jugadores descubrían que la historia era expandida y los escenarios ampliados con un toque de puzle y plataformas. Mario recibió mejoras con nuevos ataques, triple saltos, volteretas hacia atrás, paradas sobre manos, colgaduras sobre cables y otro tipo de habilidades que fortalecieron su enemistad con Cranky, volviendo a sus papeles originales tras un intercambio de roles previo.

Mario vs. Donkey Kong para GBA sería básicamente un remake secuela igualmente remarcable y único en continuar tal estilo de juego, pues la introducción de los minis lo cambió todo.

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Donkey Kong Country (SNES, 1994)

Pocos meses después la británica Rare sorprendió al mundo con los gráficos pre-renderizados de Donkey Kong y al que se le sumaba un nuevo compañero, su sobrino Diddy Kong. El asunto es que la reinvención del personaje también alteró el lore de la franquicia, pues es acá donde nos enteramos que el abuelo Cranky es el Donkey Kong original, lo que convertía a un ya adulto Donkey Kong Jr. en padre o tío (sin confirmar ni volverse a ver) del nuevo Donkey Kong con elegante corbata.

Las sorprendentes imágenes en SNES, para disgusto de Miyamoto, explotaban el potencial del Super Nintendo acompañadas por una banda sonora de ensueño magistralmente compuesta por David Wise. Niveles selváticos, acuáticos, nevados, mineros e industriales le daban vida a una Isla Kong majestuosa, con buena variedad de fauna y aliados salvajes para combatir a los piratas-reptiles-invasores-ladrones de bananas.

Tal sería su éxito que Rare completaría una trilogía altamente apreciada.