Crear secuelas no es fácil, en especial si las historias anteriores han cerrado su ciclo. La primera trilogía de Gears of War parecía contar suficiente sobre el constante estado de guerra en Sera, y su spin-off Gears of War: Judgement mostraba tal desgaste creativo que nos hacía pensar en la poca necesidad de continuar con la franquicia. The Coalition vio un reto importante al ser asignado por Microsoft Studios para hacer un nuevo intento mediante Gears of War 4. No solo han cumplido al lograr un juego competente (toda una rareza en la actualidad), sino que han creado una de las historias más importantes de la saga y el paquete más completo para la misma.
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Gears of War 4 nos lleva al recordado y trágico planeta Sera 25 años después del final de la guerra entre la COG, los Locust y los Lambent. Un «periodo de paz» que no ha transcurrido sin problemas: bajo el mando de la Primera Ministra Jinn, la COG se ha transformado en una organización que busca la perfección humana y a la vez restringe a su sociedad dentro de ciudades creadas de manera automatizada, exiliando o castigando a quienes se oponen. Uno de ellos es el hijo de Marcus, JD Fenix, antiguo oficial de la COG que ha desertado junto a su amigo Del luego de un oscuro incidente.
Los dos desertores trabajan al inicio de la aventura para uno de los grupos de exiliados, tratando de resolver sus necesidades al saquear algunas instalaciones del gobierno junto a Kait Diaz y su tío Oscar, todos bajo las órdenes de Reyna, una mujer bastante capaz. Sin embargo, una serie de desapariciones en la COG y un monstruoso ataque a la aldea hacen que JD, Del y Kait partan en búsqueda de Reyna mientras intentan resolver un gran misterio: ¿de dónde provienen las nuevas criaturas que amenazan al planeta?
El desarrollo de la historia creada por The Coalition es prácticamente perfecto, apenas opacado por un par de momentos que introducen conceptos del modo Horda a la fuerza. Tenemos un prólogo que sirve para explicar a los novatos las generalidades de la saga como los sucesos de la Guerra del Péndulo, la invasión de los Locust conocida como el Día de la Emergencia y la última batalla contra los mismos desde el frente de la Puerta de Anvil.
Luego presenta a los nuevos protagonistas de manera progresiva y sin afanes, dando a conocer sus motivaciones y personalidad antes de entrar al nudo de la trama durante el cual sabremos más sobre el destino de algunos personajes principales de la primera trilogía -siendo Marcus el más influyente, llegando a opacar temporalmente al grupo principal- y diversos cambios en el mundo, culminando el evento de manera algo brusca pero impactante por el resultado final.
Todo esto viene bajo un festival de emociones que van de la acción dura y simple a momentos emotivos, sazonado con algunos episodios que rompen la rutina al cambiar el formato básico del juego mediante secuencias de vehículos y otras ligeras sorpresas. Si, hay uno que otro «cliché» y no recordaremos a JD y compañía de la misma manera que al escuadrón Delta, pero veremos mucha conexión con el lenguaje y color que tenían los juegos creados por Epic Games, como si de ADN se tratara.
En esto incluyo algo que viene de la anterior trilogía: Gears of War 4 brilla más cuando aparecen los entornos oscuros, desgastados y con toques orgánicos. No es que los niveles desarrollados en el día se vean mal, sino que el tono de la historia es más coherente e impactante mientras nos movemos entre túneles, fábricas abandonadas y ruinas llenas de mucosidad; la sensación de descubrimiento aumenta gracias a estos entornos que contrastan notablemente con la limpieza casi aséptica de las nuevas ciudades de la COG.
Hablemos de los cambios en Sera, iniciando por uno muy importante: las tormentas. Estas no afectan toda la campaña, pero cuando lo hacen influyen tanto en el tono de urgencia de nuestra aventura como en la forma de jugar, ya que sus fuertes vientos modifican el comportamiento de los objetos incluyendo proyectiles y coberturas débiles, además del movimiento de los personajes en el combate. Además vienen acompañadas por descargas eléctricas que debemos evadir, multiplicando el peligro y elevando la cantidad de atención que debemos prestar.
El segundo cambio en el planeta son los nuevos monstruos, bautizados por JD como «El Enjambre». Sobre ellos no puedo decir mayor cosa en cuanto a su origen se refiere, pero sí sobre su diseño y comportamiento. Tienen una variedad enorme, encontrando pequeños lacayos molestos (los juvies), sus versiones mejoradas y más inteligentes (los drones), y una serie de bestias enormes con diferentes patrones de comportamiento que podrán sacarte de casillas si no eres paciente. La inteligencia artificial de Gears of War 4 es una de las más agresivas que he encontrado en un shooter en los últimos años: precisa en sus ataques y buscando rutas para evadirnos o encontrar nuestra posición como si se tratara de perros de caza.
El control de personaje es familiar para los fanáticos de la saga, con el mismo estilo de apuntado, carrera y coberturas características de la saga. Estas últimas reciben unas pequeñas mejoras que amplían la forma de aproximarse a un combate: podemos atrapar a un enemigo descuidado y sacarlo de su posición para rematarlo, o brincar rápidamente sobre el obstáculo sin necesidad de realizar el doble toque del botón A al que estamos acostumbrados. A esto se suman algunas armas nuevas, la mayoría relacionadas con los DeeBees, las tropas robóticas de la nueva COG; algunas no muy útiles como el Enforcer, pero otras potentes y valiosas como el rifle EMBAR.
Aparte de la campaña, Gears of War 4 ofrece un modo Horda y enfrentamientos en línea o locales. Horda 3.0 añade componentes estratégicos muy importantes, mejorando el esquema original haciendo que pase de ser un simple Arcade a un cooperativo exigente. Los jugadores tienen la oportunidad de elegir entre cinco clases de operativo y aprovechar ciertas ventajas que estos ofrecen; podemos construir elementos de defensa a través de un Fabricador pero debemos invertir puntos obtenidos al eliminar enemigos como si fueran fondos bancarios. Y los enemigos de cada oleada se hacen más difíciles por su composición y modificadores que incrementan su resistencia, daño y precisión.
En cuanto al apartado competitivo, el de Gears of War 4 es tal vez el más sólido de toda la franquicia. Primero porque incluye una gran variedad de modalidades dentro de listas sociales y de «ranking» con ajustes a modos clásicos como Duelo por Equipos, Zona de Guerra y King of the Hill, además de otros nuevos como Dodgeball y Carrera Armamentística. Segundo porque el comportamiento de los servidores es limpio, garantizando el encuentro rápido de partidas y gran funcionamiento de las mismas sin registrar retrasos en el movimiento o el impacto de los disparos (uno de los grandes problemas en Gears of War y Gears of War 2). Y tercero porque trabaja bajo una velocidad estable de 60 cuadros por segundo, asegurando mucha velocidad en la acción y suavidad en la imagen.
Lo único extraño del paquete multijugador es el sistema de rotación de mapas por temporadas que limita la disponibilidad de escenarios dentro de las partidas privadas a una compra adicional mediante DLC para garantizar el acceso completo. En los modos públicos podremos probar todos sin costo, pero como mencionaba, esto dependerá de las rotaciones programadas por The Coalition. El impacto de esta decisión no se verá de inmediato y estará más dirigido a los enfrentamientos en grupo cerrado.
Tanto Horda 3.0 como el modo competitivo son compatibles con un sistema de cartas que podemos obtener al comprar paquetes con dinero real o crearlas mediante un sistema de crafting que requiere avances concretos en ambas modalidades y así generar los puntos necesarios para fabricarlas. Estas cartas no afectan los enfrentamientos multijugador porque están enfocadas en personalizaciones de armas y personajes o en puntos de experiencia, nunca tocan el poder de las armas así que no hay falta de balance en este aspecto. En el modo Horda sí hay algunas mejoras para el equipo y recompensas por rendimiento, pero sirven más a manera de modificador de partida para darle algo de variedad a la mezcla.
Gears of War 4 vuelve a poner un listón alto para los juegos de acción enfocados en las plataformas de Microsoft e incluso mete algo de presión a sus competidores. Nos muestra una historia de alta calidad en su evolución, con emociones de todo tipo pero sin perder el enfoque en la acción dura y el suspenso, tomando lo mejor de los anteriores títulos y acrecentando su impacto usando una nueva generación de personajes; siendo complementada por modos multijugador que divertirán por horas a los fanáticos más fuertes de la saga y atraerán a una nueva generación de jugadores.
Reseña realizada con una copia Gears of War 4 en su versión de Xbox One brindada por Microsoft Colombia.
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