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Mars After Midnight (Playdate) – Reseña

Reuniones de marcianos anónimos.

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Desde hace más de 10 años, el diseñador Lucas Pope ha manifestado su deseo de desarrollar juegos bajo el estilo de los vistos en Macintosh Plus con estética 1-bit y en motor Unity. Parte de esto ha quedado registrado en éxitos independientes como Papers, Please y Return of the Obra Dinn. Aún con su indudable calidad, resulta particularmente fuera de lugar ver este tipo de juegos en consolas de actual generación que tanto se jactan de su poderío gráfico. Aquí entra la propuesta única de Playdate y el último juego de Lucas Pope, Mars After Midnight.

Mars After Midnight reseña

Playdate es la consola portátil con manivela de Panic Inc. fabricada por Teenage Engineering. Justo en abril cumple dos años desde su salida al mercado. Su pantalla LCD Sharp Memory se asemeja a la de un lector electrónico de tinta. A pesar de no contar con retroiluminación, es increíblemente nítida y despliega alucinantes gráficos 1-bit. Lucas Pope no podría haber encontrado mejor consola para su proyecto de Mars After Midnight, que creó pensando especialmente en sus hijos pequeños.

Mars After Midnight

Desarrollador: Lucas Pope

Lanzamiento: 12 de marzo del 2024

Precio: $6 USD (Catalog)


En Mars After Midnight, tomamos el papel de un marciano encargado del centro de apoyo comunitario en una colonia terrícola. Quien por cierto sueña literalmente con conocer la Tierra. Fiel al estilo de Pope y siguiendo muy de cerca su ejecución en Papers, Please, se trata de un ‘simulador de trabajo’ con dosis de deducción. El juego está dividido por tres segmentos principales que posteriormente debemos repetir, hasta ayudar a todos los marcianos necesitados de la comunidad.

Mars After Midnight reseña

La primera parte es organizar la próxima reunión del centro de apoyo comunitario y en su variedad radica parte del humor. Temáticas como manejo de la ira para cíclopes, fiesta pedorra, mosquitos con cuchillos o clínica de poros obstruidos son parte de las opciones. Elegido el tema, debemos invertir en volantes para repartir en diferentes barrios de la colonia, así como en refrigerios para los invitados. Es decir, también hay algo de administración presupuestal, que se cubre y a la vez sostiene solo por las donaciones de los asistentes.

Mars After Midnight reseña

Pasamos a lo que podría definirse como el segundo segmento, que es donde la manivela del Playdate toma el protagonismo además de los menús textuales. En este debemos dejar entrar a las reuniones solo a los marcianos que se ajusten a las características de cada sesión previamente organizada. Podemos levantar un poco la escotilla de la puerta y usar el pad para mover la cámara en horizontal o vertical. Si dejamos pasar a un asistente equivocado no ocurrirá algo grave, pero sí gastaremos refrigerios en alguien que no va a retribuir la ayuda recibida en donaciones al centro comunitario.

Un papel sobre la escotilla suele recordarnos quiénes son los que pueden entrar. Si alguien que golpeó la puerta no se ajusta a las características, simplemente la cerramos y esperamos al siguiente visitante. Como buenos marcianos en la imaginación terrícola, estos poseen aspectos bizarros y un tanto grotescos, cuya amenaza visual es parte de la tensión atmosférica. Mars After Midnight está tan bien ambientado, que podemos sentir que rechazar a un marciano haría que el mismo intentase entrar por la fuerza y golpear al encargado del centro de apoyo.

Mars After Midnight reseña

Pero nada de eso ocurre, después de todo no hay violencia gratuita en un juego para niños. Sabemos que esto último es la afirmación personal de Pope, pero no vemos mucho a MAM como dirigido al público infantil, excepto por el chiste de una reunión con marcianos que no pueden controlar sus flatulencias. Lo irónico de aquella sesión es que utiliza muy bien la premisa de deducción. En el segmento de la escotilla, necesitamos subir el volumen del Playdate y esperar a que el asistente suelte un gas para dejarlo pasar, o de lo contrario cerrarla.

Es de esas partes que es mejor no jugarlas en público, o más bien con audífonos, pero demuestra en sí misma la genialidad del juego. En ciertas ocasiones también tenemos que invertir en objetos extra como lentes de aumento y hasta un traductor alienígena, que cumple la función de «coleccionador de frases» o enciclopedia de lenguaje.

El tercer y último segmento de cada sesión requiere un poco de habilidad con los tentáculos de nuestro protagonista. Cada visitante al centro comunitario es libre de consumir los refrigerios que compramos, pues para eso son. En esto tienen que ver los gustos de cada marciano, pero son pocos los que no consumen nada y quienes dejan dejan todo intacto como lo encontraron. La mayoría hace un desorden y revuelve los platos, la comida, fogón, letrero y lo que haya sobre la mesa. Cada botón B y A controla un tentáculo, mientras que el pad su ubicación y altura. Debemos levantar todo al tiempo y con la manivela limpiar la mesa, para después poner todo en su lugar.

Mientras estamos ocupados limpiando también golpean la puerta. Así que debemos decidir si limpiar más rápido para atender al llamado, dejar de hacerlo o ignorar los posibles asistentes. Porque como no todo el que golpea la puerta va a la sesión que le corresponde y solo busca consumir refrigerios, es una decisión dejada a la suerte. Personalmente, es preferible dejar todo limpio antes del siguiente invitado, ya que si ve todo sucio igual no va a consumir nada. Al final del día y las reuniones pasada la medianoche, lo importante es que las donaciones reflejen el trabajo invertido. Algo difícil en un centro de apoyo comunitario, incluso en Marte.

Veredicto

Es imposible no ver el estilo de Lucas Pope impregnado en Mars After Midnight. Contiene un tono más relajado que sus anteriores juegos pero no por ello menos denso. Captura a la perfección la atmósfera extraterrestre y sus diseños son a su vez un ‘puzzle’ de identificación de sentido, como deben ser los marcianos en la mente terrícola. Aprovecha la impecable pantalla monocromática de Playdate y del mismo modo la manivela de forma natural, no impuesta a la fuerza. Su mecánica jugable de tres segmentos no da para largas jornadas en Playdate, pero sí para un par de sesiones en diversas ocasiones. Un título estandarte para la consola portátil de Panic.

Manivela arriba

Reseña hecha con una copia digital de Mars After Midnight y una consola Playdate brindadas por Panic Inc.

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