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P-Racing (Playdate) – Reseña

¡Siente el poder del 3D!

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La generación ‘millennial’ está acostumbrada al esfuerzo de los juegos carreras por la ilusión del 3D. Crecimos con exponentes como Top Gear –a su vez evolución de otros clásicos–, así como un F-Zero para SNES que hacía uso del Modo 7 para rotar el fondo y generar la sensación de velocidad. ¿Qué tiene esto que ver con Playdate? Que las limitaciones de la consola portátil con manivela, ponen a una nueva generación de desarrolladores a esforzarse por crear juegos de carreras sin los beneficios ultrarrealistas modernos. P-Racing es uno de los juegos de carreras para Playdate que por el momento más se acerca al pseudo-3D.

P-Racing

Desarrollador: Risolvi Productions

Lanzamiento: 20 de junio del 2023

Precio: $12 USD (Catalog)

Cuando iniciamos P-Racing conducimos un vehículo tipo ‘go-kart’ –la única opción– a través de una urbe tutorial como en los tiempos de Driver. El juego de Playdate contiene una pequeña ciudad modelada para recorrerla libremente o en un modo de retos. Esto principalmente para apreciar las capacidades 3D de la consola portátil, aunque se entiende como un modo complementario al de las carreras competitivas.

A través de ocho diferentes pistas en tres dificultades, recorremos montañas nevadas, una ciudad nocturna, una playa o un sitio de construcción, entre otros circuitos. Es normal que salirse de la pista reduzca la velocidad, mas en P-Racing es un drástico castigo donde el vehículo básicamente frena del todo hasta recuperar su ruta. Cuatro competidores controlados por la CPU son nuestros únicos rivales, que no suponen mayor problema siempre y cuando controlemos el juego de forma tradicional.

Verás, al ser un juego exclusivo de Playdate, la mayoría de ellos se sienten obligados a naturalmente usar la manivela. Sin embargo, en unos títulos esto es fácil de implementar, en otros como en P-Racing resulta un tanto abstracto. Una de las opciones permite controlar la dirección del vehículo con la manivela, la que más problemática puede llegar a ser. En especial porque hay un modo dedicado a ella y cuesta acostumbrarse a la excesiva precisión de reemplazar un manubrio con una manivela. También hay una opción de acelerar con la manivela, que más bien sobra.

La forma tradicional de conducir (pad y botones) es la más óptima para P-Racing en Playdate. A pesar que solo el modo manivela sea el que registre los mejores puntajes en la tabla de clasificación global. Ya que el contraste es menor en este juego, las pistas de carreras requieren una mayor fuente de iluminación sobre la pantalla a la hora de usar la consola Playdate. Los escenarios no pueden darse el lujo de detalles al explotar los límites del sistema, pero son lo suficientemente diversos para diferenciarse entre sí. Detalles como los rayos del sol en la playa o la noche en la ciudad son perfectos.

Dejando las carreras, el modo de explorar libremente la ciudad llama la atención pero está limitado por su tamaño. Esta no llega a ser un mundo abierto, sino un espacio para cumplir misiones básicas como atrapar pájaros, realizar entregas o escapar de una persecución. Además del tráfico, no hay animaciones de por medio y sería mucho exigirlas. De estas, solo la captura de pájaros es tediosa, porque estos se confunden con los semáforos y no hay indicaciones mientras el tiempo límite apremia.

Hace 22 años, Driver 2 Advance adaptó de forma sorprendente un juego de conducción 3D en la portátil de Nintendo. En aquel entonces, equipos como Velez & Dubail hicieron «magia» trasladando el 3D a una consola técnicamente no capacitada para ello. P-Racing es un equivalente para Playdate y por ahora el único exponente de su estilo, por lo menos mientras otras veloces propuestas se solidifican. Sus retos en la ciudad intentan apelar a Driver, guardadas las proporciones y el tamaño de la misma. Le falta aprovecharlos un poco más.

P-Racing Playdate
Misiones de espionaje no habrían caído mal.

El modo fotográfico en P-Racing es una de las buenas adiciones dada la capacidad para rotar, acercar o alejar la cámara a voluntad. Imaginamos que algo así sería un editor de Playdate si esta consola tuviese una cámara integrada a lo Game Boy Camera. Además de un modo contrarreloj, el juego cuenta con un modo arena de fútbol reminiscente a Rocket League. Aparte de controlar el vehículo con la manivela, este posee una extraña rotación de cámara predeterminada, cambiable con el pad. Así como la ciudad, estos son complementos al modo principal que son las carreras, es las que pensamos mejor podrían haberse enfocado.

Veredicto

Aunque su precio es un poco alto al estándar de Playdate, P-Racing es un gran ejemplar de carreras en 3D para la consola portátil de Panic. Las pistas alcanzan buenos niveles competitivos y luchar por romper récords y fantasmas en la tabla de clasificación mundial es un buen aliciente. Ahora bien, la opción de controlar el vehículo con la manivela no es la ideal y esta es parte principal de algunos de los modos alternos. Aplaudimos sus intenciones de crear una ciudad a pesar de las limitaciones, pero el modo de carreras pudo contar con mayor énfasis, campeonatos y copas. Una vez le agarras el gusto a las pistas, estas se acaban y solo nos quedan los récords por superar. Aún así, P-Racing es un pequeño titán en su género.

Manivela arriba

Reseña hecha con una copia digital de P-Racing brindada por Panic Inc.

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