Princess Peach: Showtime! – Reseña

Tuvieron que pasar 19 años para que Super Princess Peach en Nintendo DS recibiera un sucesor. Aquel primer plataformas 2D protagonizado enteramente por Peach, la monarca del Reino Champiñón, fue desarrollado por Tose y dista del enfoque ejercido por Good-Feel en Princess Peach: Showtime! Su director, Etsunobu Ebisu, también es presidente del estudio desarrollador y más conocido por ayudar a crear la franquicia Ganbare Goemon para Konami. La experiencia de Good-Feel en Wario Land: Shake It!, Kirby’s Epic Yarn, Yoshi’s Woolly World y Yoshi’s Crafted World es una carta de presentación lo suficientemente fuerte para tomar control de otra IP de Nintendo.

En el caso de la princesa Peach no hay mucho historial plataformas sobre el cual basarse. Por lo menos sin tomar en cuenta su participación multijugador en Super Mario Bros. 2, Super Mario 3D World y Super Mario Bros. Wonder. Individualmente hablando, Princess Peach: Showtime! opta por tomar más del trabajo previo de Good-Feel que del universo Super Mario. Mientras estéticamente apela a los juegos de Yoshi con fondos artesanales, bajo la idea de ficticios escenarios teatrales, su corazón está más cerca de Kirby.

Peach Super Star

En lugar de explotar el poder de cuatro emociones, ahora Peach usa diferentes trajes que hacen las veces de los poderes absorbidos por Kirby. Es de aquí que salen Peach espadachina, Peach repostera, Peach ninja, Peach vaquera, Peach furtiva, Peach patinadora, Peach detective, Peach superheroína, Peach sirena y Peach kung-fu. Cada traje le otorga habilidades y escenarios diferentes a Peach. Pero lo interesante del juego es que no aborda cada nivel como un plataformas tradicional, sino de acuerdo al traje que lleva puesto la princesa.

Es normal que Peach espadachina deba derrotar séquitos de enemigos, ya que su arma es la más indicada y –aparte de ser un espíritu en Super Smash Bros. Ultimate— promete ser una adición jugable a la secuela de Smash si llega a existir. Peach repostera no ataca lanzando pasteles, ella hace los pasteles. Por su parte, el arma de Peach detective es su cerebro, así que su escenario no es de peleas sino de deducción. Muy similar a Detective Pikachu Returns, incluso en su leve dificultad dirigida al público infantil. Este uso diverso de plataformas laterales con gráficos 3D gana en variedad lo que no posee en dificultad.

Es importante resaltar ese aura diferencial de Princess Peach: Showtime!, porque tanto en sus niveles como en los jefes de piso demuestra más esfuerzo creativo que el mismo Super Mario Bros. Wonder. Mientras este último se caracterizó por una extraña ausencia de jefes, el nuevo juego de Peach aprovecha la temática teatral para brindar unos dignos de apreciar. Por ejemplo, está Luminíbora, serpiente gigante compuesta por los reflectores del teatro. Nuestro objetivo es subir los andamios ocultando a Peach detrás de las paredes, evitando que Luminíbora la vea. De hacerlo, puede retroceder el tiempo y los avances de Peach.

Es un segmento corto, pero genial. De hecho recuerda a algunos de los niveles del también notable Captain Toad: Treasure Tracker. Estos jefes no pueden ser directamente atacados con los trajes que usa Peach ni son mayor reto, aún así están muy bien logrados y suman a la diversidad del título.

El esplendor

Además de monedas, en cada escenario u obra, Peach puede recolectar ‘esplendoritas’, cristales en forma de estrella que ayudan a liberar las puertas de los jefes y nuevos pisos del teatro. Cada piso con cuatro obras equivale a un mundo de juego. Estas esplendoritas se obtienen haciendo favores a los ‘esplendis’ (la raza predominante en el juego), usualmente rescatándolos. La mayoría las encontramos en secuencia durante los eventos y minijuegos de cada obra, pero otras las pasaremos por alto –o fallaremos un minijuego–. Para ello hay que buscarlas sin pista alguna y repetir todo el nivel. Esto último puede ser lo tedioso. Aunque algunos niveles no son muy extensos, sí es un tanto de rejugabilidad forzosa.

Por su parte, con las monedas podemos comprar decoraciones para el vestido rosa de Peach, basadas en los anteriores roles obtenidos de los esplendis. No es posible seleccionar a voluntad un traje previamente utilizado, pues estos son exclusivos de cada escenario. El mismo traje puede estar hasta en tres niveles y en un enfrentamiento extra de jefe, para liberar al esplendi en cuestión que lo usaba antes de Peach. Derrotar jefes premia a Peach con vestidos de colores verde, azul y amarillo. Lucy, la asistente estelar, puede cambiar su color de cinta, estas también son parte de las recompensas y compras.

Una de las fortalezas del Teatro Esplendor, palacio donde tienen lugar todas las obras en múltiples auditorios y cinco pisos, es el interés por sentar su atmósfera. Cada espacio escénico cuenta con los debidos decorados. La escenografía está claramente resaltada y algunos enemigos como el maestro kung-fu incluso cuentan con hilos de marioneta. O la aliada yegua que cabalga Peach vaquera. Un foco de luz sigue todo el tiempo a Peach, lo que es de esperarse de la estrella. Juegos como Super Mario Bros. 3 o Paper Mario han hecho este énfasis en las tablas desde antes, Princess Peach: Showtime! deja su impresión todavía más marcada.

Sé lo que quieras ser

Gracias a que es un juego familiar y su intención no es estancar a los jugadores sino darles paso por todas las experiencias actorales de Peach, es grato ver su libertad creativa. La misma falta de historial en la ahora IP de Peach le permitió a Good-Feel probar todo lo que quisiera con las 10 profesiones esplendis. Más que plataformas, los trajes de Peach espadachina, superheroína y kung-fu hacen un leve ‘brawler’. Peach vaquera y furtiva se dedican a las persecuciones y escapadas de acción. Mientras que Peach repostera, patinadora y sirena le atinan a minijuegos de pulso y ritmo. Peach ninja juega más con el sigilo ligero. Los jugadores son también libres de elegir su siguiente obra y no tienen presión de tiempo encima.

En el aspecto técnico no tenemos queja de las decisiones artísticas a las que les favorecen cada tipo de escenario. Lo que sí resulta curioso es que, aunque no va mucho más allá que los juegos de Kirby o Yoshi, la consola sufre de ciertas caídas de ‘framerate’ en el ‘lobby’ y especialmente en las pantallas de carga. No es algo que afecte en gran manera pero Princess Peach: Showtime! sí parece más exigente que otros juegos de Good-Feel. De cualquier forma, es bueno ver que Peach no se guía por los mismos estándares de Mario y que aprovecha su momento para darlo todo en escena. Estamos seguros que es solo el principio de su emancipación, porque su variada creatividad bien refresca un género de básicos plataformas.

El español latinoamericano, como es costumbre, está perfectamente localizado en los textos y subtítulos del juego. Los nombres también se adaptan y estos encajan sin problema alguno. Las voces de las flores parlanchinas en Super Mario Bros. Wonder fueron un buen inicio, así que nos gustaría escuchar las voces de los personajes del Reino Champiñón también dobladas –como ya ocurre en WarioWare— y con más textos. Eso, sin embargo, es otro asunto y de todas maneras personajes como Peach no cuentan con grandes líneas de diálogo.

Reseña hecha con una copia digital de Princess Peach: Showtime! para Nintendo Switch brindada por Nintendo of America.