Todos nos hemos encontrado con un juego que resulta ser amor a primera vista. Las gráficas, la historia y la música, se combinan de forma atractiva en camino para darle un 10 en nuestra calificación personal. Hasta que tomamos el control y pasamos de la luna de miel, a la etapa de tolerancia mutua. Mecánicas torpes, jugabilidad poco dinámica o con falta de personalización, e incluso en los peores extremos, ganas de arrojar el control contra la pared.
Ahora, esto no significa que los juegos sean malos, sino que su jugabilidad tiene esa habilidad de golpear nuestros nervios incorrectos y llevarnos a un estado de ira e impotencia, porque el juego no coopera con nuestra habilidad.
He aquí una muestra de algunos juegos brillantes pero con jugabilidad frustrante. Advertimos que los videos que pusimos como ejemplo tienen lenguaje extranjero bastante ofensivo.
Super Monkey Ball: Banana Blitz – Wii
Que su tierna apariencia no los engañe, la franquicia Super Monkey Ball es uno de los juegos con mayor requerimiento de habilidad y control de equilibrio. Y aunque el juego es salvaje, es manejable usando los botones direccionales, que lo hace intenso pero divertido. Cosa que no pasa en la versión de Banana Blitz original para Wii.
Gracias a la innovadora –para su época– integración de un giroscopio en el Wiimote, la esfera se mueve inclinando el control hacia dónde queremos ir y manteniendo el equilibrio. Nada del otro mundo, hasta que llegan los niveles con corredores estrechos y sin bordes. Buena suerte manteniendo la cordura con esta mecánica.
Driver – PlayStation
Driver es uno de los primeros juegos en mostrar un entorno de mundo abierto al conducir por la ciudad de San Francisco como un agente encubierto, que se infiltra en los bajos fondos de la mafia como un conductor.
Pero antes de jugar a policías y ladrones con un flamante auto, el jefe requiere que nuestro protagonista demuestre sus habilidades profesionales… en un parqueadero tutorial. Aquí no nos enseñan a manejar el vehículo, el patrón pide una serie de fintas que el conductor debe hacer y sin rayar el carro. Cuatro intentos y se acabó. Muchas personas no pudieron salir de este nivel debido a estas mecánicas de juego y dejaron que el disco se lo comiera el polvo.
Demon’s Souls – PlayStation 3
Los humanos odiamos lo desconocido porque le tenemos miedo. Aunque ahora sea una de las mejores franquicias en esta década, el recibimiento por las mecánicas de Demon’s Souls fue como el de un padre en los años ochenta: duro e indiferente.
Muchos aspectos hicieron enfurecer a los jugadores de este título como la barra de resistencia, el hecho de tener que decidir subir de nivel o comprar armas con esas preciadas almas, o la tragedia de perderlas para siempre cuando no se llegaba a la marca de muerte, por haberse caído por accidente en un precipicio.
Probablemente este sea uno de los juegos que más nos hizo formar carácter y comprar controles nuevos.
