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The Last of Us nos muestra como somos [Parte II]

La relación paternal entre Joel y Ellie junto a la manera en que terminan representando ambos polos del jugador.

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–Puedes repasar: Parte I–

Debemos tomar caminos separados

La historia de The Last of Us se empeña en mostrarnos dos puntos de vista de las mismas vivencias gracias a sus protagonistas, eso está claro. Pero tanto si los controlamos en algunos segmentos de manera independiente (incluyendo el DLC Left Behind) o si ponemos atención a las conversaciones alternas de la dupla, la real conclusión es que tratamos con la dualidad de un solo individuo, uno como nosotros.

Joel refleja esa fuerza bruta protectora, en ocasiones capaz de olvidar cualquier lógica o razonamiento para proteger los intereses propios. Eso no lo hace héroe, villano, bueno o malo, simplemente más humano, sin olvidar la frustración por sus fallas del pasado. Ellie por su parte es la luz de la esperanza bajo la promesa de su inmunidad frente al virus Cordyceps, pero también es una voz sabia que se niega a ser abandonada, a pesar de serlo.

En Colorado los papeles cambian y la protegida se convierte en protectora, y en este punto descubrimos que aquel simbolismo de padre e hija se desvanece lentamente para fusionarse como uno solo. Actuamos con la fuerza de Joel, pero somos Ellie. Mantenemos la persistencia de Ellie, mientras somos Joel.

Es por esta misma razón que la joven Ellie consigue enfrentar a un despiadado sujeto llamado David, que se excusa en no tener otra elección en el salvaje ambiente que le tocó vivir, sino asesinar a otras personas incautas para proveer de alimento a su comunidad, por desagradable que parezca.

Es un mundo donde solo reina la ilusión del poder de la elección, algo que no ha cambiado en 20 años de colapso. Mismo que lleva a Ellie y Joel a pensar como uno solo, a actuar como lo haría el otro con el fin de la supervivencia.

Todos vivimos con una parte de Joel y otra de Ellie. Contrario a lo que pensaba David, siempre tenemos elección.

A veces las decisiones correctas pueden no ser las más cuerdas

Mientras salvar a la humanidad con una vacuna sería lo correcto, eso significaría para Joel renunciar a Ellie, al recuerdo de Sarah, sería quitarle la vida a otra chica inocente e indescriptiblemente maravillosa. Pero sería lo correcto.

Salvar a Ellie y que el mundo se siga destruyendo sería otra opción, no una egoísta de hecho, sino una que reconoce lo que más importa en nuestra existencia, el valor de la vida como individuos y el respeto por la de los demás. También sería lo correcto.

No existe un verdadero punto al final de The Last of Us en el cual podamos reflexionar en tomar la decisión equivocada, porque ambas parecen correctas. Sin embargo somos testigos activos de la ilusión que yace en el poder de la elección.

Ellie se encuentra sedada sobre la camilla, los médicos se mantienen paralizados a la espera de nuestra acción, rogando que no nos la llevemos. Todo depende de nosotros, sería fácil golpear a los doctores y dejarlos inconscientes mientras huimos con la joven, pero no. El juego nos obliga a tomar la decisión que más nos haya puesto en los zapatos de Joel, con sus frustraciones, desesperación y necesidad de salvar a “su hija”. De una manera incómoda, nos vemos obligados a abrirnos paso con violencia.

Tomamos la decisión correcta, la que volveríamos a tomar una y otra vez en la misma situación, eso creemos. Lo que ignoramos es que en ningún momento fuimos libres de hacerlo, y tal como somos manipulados por los eventos que nos rodean, eso mismo intenta aplicar Joel con Ellie hacia el final de la historia, inventando un desenlace falso sobre las Luciérnagas y de cómo decidieron dejarlos en libertad, a pesar de quererlos matar antes.

-Ellie: “Júrame… júrame que todo lo que dijiste sobre las Luciérnagas es verdad.”

-Joel: “Lo juro.”

-Ellie: “Está bien.”

Mentiras, egoísmo, individualismo, al final Joel es el fiel reflejo de lo que muchos de nosotros hemos hecho por sí mismos u otras personas, solo que nos cuesta aceptarlo. Nada puede ser más humano en The Last of Us como eso, una historia que abre mientras tenemos el control de Sarah y que cierra mientras controlamos a Ellie, cuyo punto de conexión entre la naturaleza benigna de ambas es el propio Joel. Al igual que él, no somos ni héroes, ni villanos, simplemente sobrevivientes.

“Después de todo lo que hemos pasado… Todo lo que he hecho… No puede ser por nada.”
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