Sexo y violencia en Final Fantasy XVI

FFXVI no es como los anteriores juegos de la saga. En mi reseña de este juego hable sobre los pocos elementos de RPG que todavía le quedan y lo poco relevantes que son ahora que es un juego enfocado en la acción. Pero el cambio más brusco no está en su jugabilidad, sino en su historia. La serie FF no es ajena a las historias de fantasía medieval, pero siempre se había inclinado más hacia los cuentos de hadas que hacia lo ‘grimdark’. Final Fantasy XVI es el primer juego de la saga con violencia explícita, escenas de desnudos y sexo ligeras.

Las decapitaciones, mutilaciones y asesinatos a sangre fría parecen algo fuera de lugar para quienes hemos crecido con estos juegos y aunque el romance siempre ha sido parte de ellos, los desnudos y escenas de sexo no. ¿Eran realmente necesarios estos elementos?

Un Final Fantasy “más maduro”

Antes que nada, tenemos que saber qué dicen al respecto los creadores del juego. En una entrevista con Gamespot publicada antes del lanzamiento del juego, el productor Naoki Yoshida explicó la presencia de elementos “para adultos” diciendo lo siguiente.

“Para contar la historia que queríamos contar en la manera en que queríamos contarla decidimos perseguir una calificación “para público maduro”. Esto no es simplemente porque queríamos hacer el juego más violento o explícito, sino porque era necesario para explorar temas maduros”.

Me agrada que hayan preferido mantenerse firmes en su visión en vez de recortarla para perseguir una calificación apta para más audiencias. Pero esto no me dice si de verdad eran necesarios esos elementos para contar la historia.

Antes del lanzamiento del juego vimos muchos comentarios celebrando que Final Fantasy “finalmente iba a ser para adultos” mientras criticaban el estilo “infantil” de algunas de las pasadas entregas. Eso me hizo temer que el sexo, violencia y desnudos de Final Fantasy XVI no fueran más que una excusa para llamar la atención. Sabemos muy bien que una historia madura no necesita necesariamente mostrar sexo y violencia. Es una cuestión de temática, narrativa y tono.

Si queremos descubrir realmente el papel qué cumplen el sexo y la violencia en Final Fantasy XVI, vamos a tener que analizar por separado su función en el juego. Para comenzar, las escenas que presentan mutilaciones, asesinatos violentos, desnudos e intimidad son todas escenas de video cinemáticas. Eso significa que son parte solo de la narrativa y no de la jugabilidad. Puede que en un combate demos cientos de espadazos a un enemigo, pero solamente veremos una decapitación en secciones sobre las que no tenemos control. Tampoco hay interactividad en escenas de encuentros sexuales.

Un mundo cruel

Valisthea, el mundo en que se desarrolla esta historia, es una tierra cruel y violenta. Parte de esa violencia se da en las constantes guerras entre naciones, pero también en el trato hacia los Portadores. Ellos son aquellos capaces de usar magia sin necesidad de cristales, pero son considerados menos que personas y esclavizados.

Aunque es posible contar una historia sobre temas tan serios sin necesidad de recurrir a la violencia, no cabe duda que la presencia de sangre, tortura y muerte crea un tono brutal que acentúa la gravedad de la situación y lo barata que es la vida en este mundo. Aunque es posible crear estas sensaciones sin mostrar tal brutalidad, presentarla visualmente causa una reacción instintiva en el jugador, incluso cuando creemos que la violencia no nos impresiona o que estamos desensibilizados ante ella.

La violencia en el juego tiene una finalidad relacionada con uno de sus temas más delicados e importantes: la esclavitud. Las mayores atrocidades en este juego son cometidas contra los Portadores y durante buena parte del juego controlamos a uno de ellos, que debe soportar las amenazas de abuso y violencia que hacen contra él. Gracias a eso llegamos a temer y odiar más fácilmente a todos los relacionados con la opresión de estas personas.

Puedo concluir que la sangre y violencia sí cumplen una función importante en Final Fantasy XVI. Aunque era posible llegar a los mismos objetivos sin ella, no hubiera logrado un efecto tan visceral y directo.

Final Fantasexi

La historia de los videojuegos está plagada de juegos que tratan de usar el atractivo de mujeres ligeras de ropa para atraer a un público inmaduro. ¿Por qué haría algo así un título que sus propios creadores describen como más maduro?

El sexo y la intimidad han estado presentes de forma sutil en la saga casi desde sus orígenes. Hay momentos en que se sugieren relaciones sexuales entre Cecil y Rosa (FFIV), Aeris y Zack (FFVII), Fran y Balthier (FFXII) y otros. Nunca lo dicen o muestran directamente, pero saber que “hay algo” entre estos personajes ayuda a entender mejor sus historias y personalidades.

Usualmente se confunde lo “maduro” con lo “controversial”, pero ese no es el caso aquí. Todas las escenas de sexo o desnudos en Final Fantasy XVI tienen su razón de ser. Se pueden criticar y algunos las pueden considerar gratuitas o sensacionalistas, pero yo creo que sus objetivos son importantes.

Haré un par de ejemplos. En una escena cerca del comienzo del juego vemos a Benedikta en la cama con Barnabás. Es claro que ella está ansiosa por satisfacer al Rey de Waloed, mientras que él es indiferente. Aquí presentan elementos muy importantes de la personalidad de la Dominante de Garuda y la forma en que se somete a los demás por amor.

A continuación hablaré de una escena que ocurre en el tercer acto del juego. Si quieren evitar ‘spoilers’ menores, no lean el siguiente párrafo.

Luego tenemos la controversial escena de la fogata entre Clive y Jill. Es fácil hacer un chiste respecto a que están desnudos porque tenían la ropa mojada y se está secando —algo que literalmente es cierto— pero el objetivo de esta escena es más simbólico. No niego que sea algo cursi, pero su desnudez significa esto es que no hay barreras ni mentiras entre ellos. Es un momento de intimidad absoluta en que están desnudando mutuamente sus almas, expresando sus temores y sentimientos. La escena sugiere que tuvieron sexo, pero lo importante no es eso sino lo cómodos que están el uno con el otro a pesar de su desnudez.

Se podría haber dejado claro el mensaje sin necesidad de desnudos, pero igual que en el caso de la violencia, Final Fantasy XVI usa el sexo para un objetivo narrativo que va más allá de presentar relaciones entre personajes. Es una forma de establecer sus personalidades y explicarnos cosas más profundas y privadas sobre ellos.

El orgullo de Valisthea

Pero la mejor muestra de madurez de Final Fantasy XVI no está en sus escenas de sexo y violencia, sino en la forma en que maneja la relación homosexual de uno de sus personajes. Ya han habido personajes aparentemente ‘queer’ en la saga, pero Dion es su primer personaje homosexual canónico con tanta importancia en la trama.

La sexualidad del Dominante de Bahamut no es tratada como un chiste. No se presenta como un giro en la trama ni como un secreto vergonzoso. Su relación con Sir Terence es tierna y romántica, pero no es lo único que define al personaje.

Dion sí cae en algunos clichés y es una triste excepción en un medio que apenas hace unos años comenzó a presentar personajes homosexuales sin temor. De todos modos verlo en un juego desarrollado en Japón y tratado con tal nivel de respecto es algo notable.

En conclusión…

Durante mucho tiempo la representación del sexo en los videojuegos se destacó por ser gratuita, innecesaria e inmadura. Es muy satisfactorio ver la forma en que han cambiado las cosas. Creo que Final Fantasy XVI sí es un juego maduro que justifica narrativa y temáticamente su uso de escenas de sexo, desnudos y violencia. Eso no significa que no merezca algunas críticas por el manejo que les da ni que haya otras opiniones bien fundamentadas que se opongan por completo a su presencia en el juego.

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