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La política de Helldivers 2

«¡Vas a recibir mi democracia aunque no la quieras!».

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Nadie hubiera imaginado que la secuela de un ‘twin-stick shooter’ relativamente desconocido y lanzado hace más de ocho años se iba a convertir en un fenómeno de audiencia y en un temprano contendiente por el título de ‘juego del año’ en 2024. Este no es un juego del montón. Es un excelente juego de acción cooperativo con mecánicas muy divertidas y muchas sorpresas. Pero lo que realmente hace especial a Helldivers 2 es su identidad, la cual forjó mediante una elegante sátira política.

A pesar de las semanas que han pasado desde el lanzamiento del juego, seguimos viendo comentarios y mensajes de jugadores que insisten en que “Helldivers 2 no tiene ningún mensaje político”. Peor aún, algunos se toman completamente en serio su estética fascista. Necesitamos tener una discusión seria sobre el alfabetismo mediático en la comunidad ‘gamer’, pero para poder llegar ahí tenemos que tener claro sobre qué está hablando este juego.

Una parte de mi simplemente quiere decir “¿cómo es posible que alguien no entienda la sátira política de Helldivers 2 tras ver tráileres como ese?”, pero eso sería ignorar el problema. Hay personas que simplemente no ven más allá de lo que una obra —sea un videojuego, cómic, película, etc— les muestra superficialmente y no es por ignorancia, sino porque nunca aprendieron sobre elementos narrativos como el subtexto, la metáfora y el simbolismo.

O porque no les importa y no quieren verlo.

La Supertierra y la “democracia administrada”

Los miembros de la Fuerza Militar Helldivers, los personajes que controlamos en el juego, no luchan en nombre de la vieja y aburrida Tierra. Su mundo —que es nuestro mismo planeta— es llamado sin ironía alguna la ‘Supertierra’.

¿Qué es lo que la hace ‘super’? Ese es el punto. Ese nombre implica que es “mejor”, “más poderosa”. Cuándo la vemos, luce como un planeta limpio y brillante, lleno de gente sonriente. Supuestamente llegó a ser así gracias a un nuevo sistema de gobierno: la democracia administrada.

La crítica política y temas políticos contra el fascismo de Helldivers 2

De acuerdo al juego, “los habitantes de la Supertierra usan un algoritmo que elige el ‘candidato adecuado’ para cada uno. Esto remueve la incertidumbre del viejo sistema en que las personas no sabían realmente por qué estaban votando”.

Durante el juego, no visitamos nunca la Supertierra, solo la vemos mediante videos de propaganda y las emisiones del Noticiero Strohmann. En estas vemos lugares limpios y brillantes llenos de gente feliz. Por su parte, los Helldivers son presentados como hombres, mujeres y hasta niños heróicos con la noble misión de llevar la exitosa democracia administrada a otros planetas.

Todo suena como una utopía. ¿No es así?

Lo que el juego nos muestra y lo que en realidad está pasando dentro de su ficción son dos cosas muy diferentes. La Federación de la Supertierra en realidad es un gobierno tiránico y autoritario que usa la supuesta democracia administrada para mantenerse en el poder. Mientras tanto, usa a los Helldivers como herramientas desechables para enriquecerse. Nada en el juego nos dice o nos muestra directamente esto, pero la narrativa que nos da a través de detalles y la misma jugabilidad es muy clara.

Aunque visualmente los Helldivers son presentados como guerreros heroicos que incluso portan capas, son simples soldados que pueden caer muertos fácilmente tanto por los ataques enemigos como por la incompetencia de sus propios compañeros… o por su propia incompetencia.

Cuándo la muerte causa risa

No son pocos los que han descrito a Helldivers 2 como “un juego de comedia”. No es que los diálogos o juegos tengan chistes, sino que la jugabilidad se presta para momentos absurdos y muy graciosos. Son comunes las partidas en las que accidentalmente acribillamos a un compañero o somos aplastados por una cápsula de refuerzos.

Estas situaciones son graciosas por sí mismas, pero tienen más gracia —una gracia que apúnta al humor negro— si tomamos en cuenta que los personajes que están “muriendo” son soldados que se creen héroes inmortales, fanáticos seguidores de un gobierno que literalmente los está enviando a ser masacrados.

En Helldivers 2, los personajes no reaparecen cuando mueren. La acción de revivir a un compañero caído es “pedir refuerzos” y esto llama a un personaje con la misma armadura y controlado por el mismo jugador, pero no es el mismo soldado y podemos darnos cuenta de esto porque su voz será siempre diferente. Esto significa que, dentro de la ficción del juego, cada misión implica la muerte de docenas de soldados.

Estos mismos soldados que se dirigen a una muerte inevitable son los que gritan frases como ¡Esa es una victoria más para el lado correcto de la historia! o ¿Qué te parece el sabor de la libertad? en medio de los tiroteos y que exclaman ¡Mi pierna! ¡Por amor a la libertad, mi pierna! cuando están heridos. Se supone que tiene que ser gracioso oírlos decir semejantes cosas, es absurdo que sean tan fanáticos de su ideología en momentos de vida o muerte… ¿Cierto?

La crítica política y temas políticos contra el fascismo de Helldivers 2

Los soldados no dicen estas cosas en tono de broma. Lo dicen con la certidumbre de un protagonista de una película de acción estadounidense de los años ochenta. Igualmente, los videos de propaganda que vemos entre misiones se muestran sin un asomo de comedia, pero todo eso resulta gracioso. ¿Pero por qué resulta gracioso?

Si comenzamos a interrogarnos al respecto —y si nos tomamos en serio el ‘lore’ del juego— descubrimos que no hay razones para reír. No hay razones para que los soldados estén allí. ¿qué uso tiene para insectos gigantes o robots la democracia? Es claro que esa ideología es solo la excusa mediante la que nos convencen —convencen a nuestros personajes— de arriesgar sus vidas. ¿El hecho de que la sangre de los Termínidos sirva como combustible tendrá algo que ver? ¿Sabían que la ‘democracia administrada’ es algo que existe en la vida real?

Hablemos de la sátira

Las obras satíricas reflejan, usualmente con humor, un elemento de la realidad. A diferencia de la parodia, que simplemente busca la burla o la exageración, la sátira pretende criticar aquello que representa. Algunos de los mejores ejemplos de sátira son la novela Rebelión en la granja (George Orwell, 1945), que satiriza la forma en que la revolución bolchevique cayó en manos de tiranos; y la serie de televisión Los Simpson, que critica numerosos aspectos de la cultura estadounidense mientras se burla de ella.

La crítica política y temas políticos contra el fascismo de Helldivers 2

Helldivers 2 también es una sátira política y se burla a la vez que critica a un hipotético Estados Unidos que ha caído por completo en el fascismo. La estética de la Supertierra, la propaganda que usa, la forma en que excusa la guerra contra sus enemigos es iconografía exagerada del país del norte para representar su feo jingoísmo.

Esta no es la primera obra de ficción que hace exactamente esto. Helldivers y Helldivers 2 están fuertemente inspirados en la película Tropas del espacio (Paul Verhoeven, 1997). Ese filme también tiene a un grupo de soldados luchando una guerra contra insectos gigantes en otro planeta en nombre de un gobierno autoritario.

Es aquí que las cosas se complican. Como dice un viejo proverbio de internet, “la sátira requiere claridad en su propósito o será confundida con aquello que pretende criticar”. Lograr esto es más difícil de lo que parece y aunque alguien puede ver claramente la intención crítica de una obra, otros no lo tienen tan claro.

La crítica política y temas políticos contra el fascismo de Helldivers 2

Cuando Tropas del espacio se estrenó, muchos críticos de cine la calificaron negativamente, declarando que no era más que propaganda militarista. Por su parte, una gran parte de la audiencia simplemente la consideró una entretenida película de acción sin profundidad alguna.

Hoy en día, en el mundo posguerra de Iraq, resulta difícil no ver la forma en que Tropas del espacio pretende exaltar a las fuerzas militares, sino burlarse de la forma absurda en que estas siguen órdenes sin reflexionar sobre ellas y lo fácil que es manipular al público para que apoye una acción militar. ¿Cómo era posible que no entendíeramos eso en 1997 cuando vimos a uno de los personajes “buenos” literalmente vestido como un oficial nazi?

Lo mismo está pasando ahora con la temática política de Helldivers 2.

¡Helldivers 2 es apolítico!

Existen grupos dentro de la comunidad ‘gamer’ que se niegan a aceptar que los videojuegos puedan tener “mensajes políticos”. Con esto no se refieren a nada relacionado con elecciones ni nada parecido, sino a que pueden “demostrar una ideología” o temas sobre temas complejos sobre la sociedad, religión, gobierno, condición humana, etc.

Esta clase de jugadores alega que “los videojuegos eran mejores antes cuando no tenían temas políticos” —algo demostrablemente falso, pues los juegos siempre han reflejado las creencias de sus creadores o de sus épocas— y lamentan que hoy en día “se trate de forzar política e inclusión en sus juegos”. Aunque algunos creen esto sinceramente, es un argumento usualmente usado por personas racistas o sexistas que quieren mantener a quienes son “diferentes a ellos” alejados de su hobby.

Para regresar al tema principal, esta clase de pensamiento fue genialmente satirizada en un reciente artículo del sitio web Hard Drive que usa como ejemplo, precisamente, a Helldivers 2.

Está bien disfrutar un juego sin necesidad de tocar sus temas. Yo, personalmente, puedo disfrutar de algunas campañas de Call of Duty aún a pesar de que encuentro sus políticas terriblemente problemáticas. Sin embargo, que yo no las vea o no las comparta no significa que deba negar que están allí.

Recientemente, en medio de la absurda controversia en la que involucraron al estudio de consultoría Sweet Baby Inc., esos grupos de ‘gamers’ tomaron a Helldivers 2 como ejemplo de “un juego en el que no habían temas políticos”. Esto tomó por sorpresa a los jugadores que sí entienden la sátira que tiene lugar en su trama.

Esta no es la primera vez que esto pasa. De hecho, es demasiado común. Hace unos años se dio el caso de jugadores de Warhammer 40K que estaban tratando el fascista Imperio de la Humanidad como algo aspiracional. La situación se salió tanto de control que la empresa Games Workshop tuvo que emitir un comunicado explicando que “el Imperio no eran los buenos” y que este es un hobby para todos.

También hemos visto pequeñas controversias en Twitter cuando alguien decide declarar que “no hay temas políticos en Robocop” y hay obras permanentemente malinterpretadas como El Club de la Pelea y Breaking Bad, cuyos seguidores ignorantes de sus temas tratan a sus protagonistas como modelos a seguir.

El caso de Helldivers 2 puede tener un final feliz. Mientras escribía este artículo descubrí que algunos de los peores grupos que malinterpretaron el juego comenzaron a descubrir que los creadores del juego no son los entes apolíticos que ellos creyeron que eran. Las cuentas oficiales del juego, tal vez en respuesta a estas confusiones, están haciendo la sátira menos sutil

Propagando la democracia

Es difícil crear una sátira efectiva. Incluso las sátiras mejor pensadas no son entendidas por todos los que las consumen, pero no por eso dejan de ser útiles e interesantes. No todos los jugadores de Helldivers 2 van a entender que el juego tiene una política crítica del fascismo, pero aquellos que sí van a comprender mejor los horrores de esta forma de gobierno y podrían estar más prevenidos contra esta si algún día llegar a asomar su feo rostro en su país.

Y si eso no pasa, al menos disfrutamos de un juego muy divertido.

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